QUERIDO HIJO ESTAMOS EN HUELGA Querido_hijo__estamos_en_huelga_-_Jordi_Sierra_i_F | Page 154

andando como una persona civilizada. —Buenas tardes, Federico. —Vaya, buenas tardes —se quedó pasmado el hombre. Salió a la calle pensativo. A veces, portarse bien era una lata, un muermo. Otras, tampoco estaba mal. La gente se sentía mejor y parecía feliz. Y si todo el mundo era feliz… —Vaya con la huelga —suspiró. Ojalá a todos los demás las cosas también les hubieran salido estupendamente. Antes de llegar al parque vio a Ángel corriendo hacia él. Le esperó, porque su amigo se detuvo a causa del semáforo, y aunque no pasó ningún coche, aguardó a que la luz se pusiera verde. Cuando llegó a su lado se miraron expectantes. —¿Qué tal? —Bien, ¿y tú? —Lo mismo. Respiraron aliviados y se abrazaron felices. —Es duro ser niño —reflexionó con un toque de pesar su amigo.