QUERIDO HIJO ESTAMOS EN HUELGA Querido_hijo__estamos_en_huelga_-_Jordi_Sierra_i_F | Page 135
e costó dormirse, porque leyó la lista varias veces.
Cuando se metió en la cama todavía revoloteaba
por su cabeza. Y por supuesto soñó con ella.
Estaba atado a una silla y sus padres, los abuelos, los
profesores, los amigos, incluso Ángel, le torturaban con
nuevas propuestas. La lista crecía y crecía. Al final era
como un largo rollo de papel higiénico enteramente
escrito. Miles y miles de peticiones, reivindicaciones,
exigencias…
Se despertó agobiado, dando un bote, y se quedó
sentado en la cama con el corazón a mil.
En ese momento, en el sueño su madre le perseguía
exigiéndole que estudiara nueve carreras universitarias,
todas a la vez, ¡y con nota!
—¡Sopla! —respiró profundamente.
Esta vez sí miró la mancha de humedad del techo.
Necesitaba de todo el apoyo, aunque Águila Negra
no fuera más que eso: una mancha y un personaje de su
imaginación.
—Jao, tío —suspiró.
Ya no había nadie en casa. Volvían a dejarle solo.
Su padre estaría en el trabajo y su madre,
L