QUERIDO HIJO ESTAMOS EN HUELGA Querido_hijo__estamos_en_huelga_-_Jordi_Sierra_i_F | Page 116
—¿Y qué pasó?
—Que me lo tomé a chunga —su rostro se
ensombreció un poco—. Pensé que ya aflojarían, que a
fin de cuentas era su hijo y me querían… Así que seguí
con mi rollo y… bueno, ya me veis —puso cara de
resignación—. No me quejo, me gusta ser jardinero.
Me gusta mucho. Pero de niño lo que soñaba era con
ser reportero del National Geographic y viajar por
todos los rincones del mundo, saboreando la vida
salvaje y la naturaleza. Eso me lo perdí por cabezón.
Felipe y Ángel volvían a estar pálidos.
—¿Qué… te perdiste?
—No pude estudiar por las malas notas, tuve que
trabajar desde los dieciséis años, me despisté por
completo, y cuando quise darme cuenta ya era tarde.
Entonces aprendí a cocinar, a poner una lavadora, a ser
responsable, y me vi obligado a la fuerza, por
necesidad. Me puse al día en las cosas más sencillas,
que antes me parecían absurdas. Así que fue bastante
duro.
—¿Dejaron de quererte? —balbuceó Felipe.
—No, eso no. Mis padres me adoraban.