QUE BONITO ES MANZANILLO
En este loco
afán por poseerte,
llevo a tus sentidos
mis palabras
pero nunca llegan a
tu mente, y dejas en
mi alma enamorada
el dejo cruel de
tu mirada indiferente.
Es como si mi voz
te susurrara en un
idioma ya olvidado,
como el idioma
del amor ido,
del amor sentido,
y las palabras te llegaran
con el color de duelo,
con el sabor de misterio,
sin el color dorado
del otoño
evocando al silencio
y al ensueño.
En el éxtasis que
solo fecunda con
sueños furtivos,
con caricias furtivas
como primicias de
sexalescente, está
el éxtasis de tu cercanía…
Reminiscencias de
un amor sin dueño,
como el hálito de
bosques tristemente
lejanos, cuyo recuerdo
vibra en el ansia de
seguir contigo
y en el temor de
terminar el sueño.
Danza en mi desazón
tu incertidumbre,
tu inagotable
sed de irte,
vuelo de aves
que emigran
por que si,
y que quedan
perdidas en sus
viajes,
y al retornar,
no tienen nido
y que al querer partir,
no tienen fuerza.
Ya no tienen más
luz en la mirada,
esa que incendiaba
el horizonte, y dejan
como rosa destrozada,
la voluntad de sentir
la pertenencia
¡Pobre gorrión!
¡¡ve mis manos
abiertas a tu anhelo…!!
calienta bien tus alas
por que el frio
inclemente de tu
ausencia, ha atiriciado
ya tu desvarío…
no le importó más nada
mi desvelo
aunque en mi triste
amor aún existas,
aunque a tu recuerdo
diga… ¡solo mío!
NIDO
Por Rosario Iglesias