QUE BONITO ES MANZANILLO NUMERO 22 | Page 22

QUE BONITO ES MANZANILLO

En este loco

afán por poseerte,

llevo a tus sentidos

mis palabras

pero nunca llegan a

tu mente, y dejas en

mi alma enamorada

el dejo cruel de

tu mirada indiferente.

Es como si mi voz

te susurrara en un

idioma ya olvidado,

como el idioma

del amor ido,

del amor sentido,

y las palabras te llegaran

con el color de duelo,

con el sabor de misterio,

sin el color dorado

del otoño

evocando al silencio

y al ensueño.

En el éxtasis que

solo fecunda con

sueños furtivos,

con caricias furtivas

como primicias de

sexalescente, está

el éxtasis de tu cercanía…

Reminiscencias de

un amor sin dueño,

como el hálito de

bosques tristemente

lejanos, cuyo recuerdo

vibra en el ansia de

seguir contigo

y en el temor de

terminar el sueño.

Danza en mi desazón

tu incertidumbre,

tu inagotable

sed de irte,

vuelo de aves

que emigran

por que si,

y que quedan

perdidas en sus

viajes,

y al retornar,

no tienen nido

y que al querer partir,

no tienen fuerza.

Ya no tienen más

luz en la mirada,

esa que incendiaba

el horizonte, y dejan

como rosa destrozada,

la voluntad de sentir

la pertenencia

¡Pobre gorrión!

¡¡ve mis manos

abiertas a tu anhelo…!!

calienta bien tus alas

por que el frio

inclemente de tu

ausencia, ha atiriciado

ya tu desvarío…

no le importó más nada

mi desvelo

aunque en mi triste

amor aún existas,

aunque a tu recuerdo

diga… ¡solo mío!

NIDO

Por Rosario Iglesias