Buscando y
encontrando
Llorare cuando ya no haya sonidos
de pajaros cantando, cuando los niños
dejen de ir corriendo, jugando con gran
afán, cuando los colores del
atardecer sean siempre los mismos,
cuando las nubes que hoy me llenan de
asombro, pues mi alma de niña, siempre esta presta a jugar con ellas adivinando su forma, a veces como burbujas, a veces con forma de niños jugando, y lo más increíble los espacios vividos frente al mar con sus colores con un grado intenso de verde, otras tantas azul radiante o azul oscuro.
Cada crepúsculo es irrepetible, el momento del cenit lanzando su rayo verde, otros dicen ver rayo violeta y sentir la brisa del mar nos revitaliza, nos hace sentirnos vivos y amados, el aire fresco se lleva nuestros pensamientos tristes, nos relaja y nos acerca a nuestro yo.
Cuando mi alma está triste, elevo mis ojos para encontrar en mis amigas las nubes, un consuelo, me llenan de paz, me comunican con mi propio ser, con mi yo interno, con mis seres queridos que ya no están aquí, me envuelven en su embrujo maravilloso diciéndome que siempre estarán ahí por mí y por ti.
Por Adriana García
QUE BONITO ES MANZANILLO 21