LA TORRE DE BABEL
¿Confusión de idiomas o de formas de percibir la realidad?
Por: Dagoberto J. Tortolero Santillana
La torre de Babel, su ejemplo, lo he utilizado para ejemplificar las diferentes formas que tenemos de ver y apreciar las cosas y sucesos de la vida, tanto en lo cotidiano como en lo extraordinario, más allá de la confusión de lenguas.
Y es que el relato bíblico habla de la diversificación del lenguaje entre los miembros del pueblo que intentaba construir la Torre de Babel, con el objeto de que no se pudieran poner de acuerdo para esta obra.
Pero técnicamente, la diversificación del lenguaje de los pueblos no fue impedimento, ni en la antigüedad ni actualmente, para que personas de diferente lengua se comuniquen entre sí, y aquí debo subrayar que solo me refiero a la comunicación; como ejemplos pongo a los Imperios: Sumerio, Babilónico, Egipcio, Griego (Alejandro Magno), Romano, Mongol, que aglutinaron dentro de sus fronteras a decenas de pueblos de variadas lenguas.
Por lo que de acuerdo a mi “Interpretación” y sin
emular o parafrasear lo que algunos mormones y testigos de Jehová, líderes espirituales, sacerdotes, ministros, rabinos y monjes, cuando de prédica se trata, que suelen utilizar la biblia (“la de ellos”), como libro de claves y logran hacerla decir lo que se proponen; sin intentar esto, entiendo que la confusión de las lenguas, realmente se refiere a las formas y maneras de pensar. Pero antes de continuar, veamos qué dice la Biblia.
Santa Biblia (Antigua versión de Casiodoro de Reina 1569, revisada por Cipriano de Valera 1602 y cotejada posteriormente con diversas traducciones, y con los textos Hebreo y Griego); Génesis, capítulo 11:
La torre de Babel.- Era entonces toda la tierra de una lengua y unas mismas palabras, y aconteció que, como se partieron de oriente, hallaron una vega en la tierra de Shinar, y asentaron allí. Y dijeron los unos a los otros; vaya, hagamos ladrillo y cosámoslo con fuego. Y fueles el ladrillo en lugar de piedra y el betún en lugar de
mezcla.
Y dijeron: Vamos, edifiquémonos una ciudad y una torre, cuya cúspide llegue al cielo; y hagámonos un nombre, por si fuéremos esparcidos sobre la faz de la tierra.
Y descendió Jehová para ver la ciudad y la torre que edificaban los hijos de los hombres.
Y dijo Jehová: He aquí el pueblo es uno, y todos estos tienen un lenguaje; y han comenzado a obrar, y nada les retraerá ahora de lo que han pensado hacer.
Y Ahora pues descendamos, y confundamos allí sus lenguas, para que ninguno entienda el habla de su compañero.
Así los esparció Jehová desde allí sobre la faz de toda la tierra, y dejaron de edificar la ciudad.
Por esto fue llamado el nombre de ella Babel, porque allí confundió Jehová el lenguaje de toda la tierra, y desde allí los esparció sobre la faz de toda la tierra.
18 QUE BONITO ES MANZANILLO / JUNIO 15, 2014