marítimas, el impulso a la construcción de faros fue definitivo por la
posibilidad de usar nuevos materiales y nuevas fuentes de energía.
El faro de Eddystone es sin duda el mas famoso de los
construidos durante esta época, entre otras cosas por
haber servido de modelo de construcción para el resto
de los edificados en mar abierto.
En España se inicia también el despegue de
construcción de faros partiendo casi desde cero, hasta
completar la red de los que hoy día existen. Se establece
una organización estatal única para administrarlos y se
crea el cuerpo de torreros de faros.
En 1842 se constituyó la Comisión de Faros y en 1847
se aprobó el primer Plan de Alumbrado Marítimo de las costas españolas
del que proceden la mayor parte de los faros que hoy existen en nuestro
país.
Junto a los tradicionales faros de cantería surgieron los faros metálicos
mucho más ligeros como los del delta del Ebro: Buda, El Fangar y la Baña.
También es notable por sus dimensiones el de Cabo de Palos que albergó
la Escuela de Torreros o los de Chipiona y Trafalgar.
Faro de Eddystone
Es el faro más famoso de los hasta ahora construidos
por su accidentada historia y por ser modelo de
construcción para el resto de los edificados en mar
abierto.
El faro se asienta en una zona azotada por tormentas
sobre un peligroso arrecife, el cual constituye un
obstáculo para el tráfico marítimo. Su primer constructor
fue Henry Winstanley de Littlebury en 1696.
Su construcción pasó por numerosas