Fue llama que alumbro el camino.
Abrevando en el ardiente estío;
cálido beso, que juro ser mío.
Llevándose el pudor de mí destino.
Fue, llama viva, cándida y divina!
olor de mañana, pasión que despierta,
voz, que llama al encuentro, alerta
de los sentidos, del beso que germina.
Fue la llama que hirió con la palabra
el hondo andar del corazón perfecto.
Goce carnal de señuelo y afecto
que la llama al amor; ya no relabra!
Fue la llama que forjo un camino
para montar un potro en sus crines
y gozar sonriendo aquellos fines
que mataron lentamente mi destino!
Llama Efímera!
Por: Oscar Hernandez
QUE BONITO ES MANZANILLO PAGINA 7