Fiestas de Mayo... (realmente populares?)
Por Rosario Iglesias
El 28 de abril, una queridísima amiga me dijo “ oye Rosario, ¿puedes conseguirnos entradas para el recibimiento del día 1º de mayo?, es de la CROM…”
Me causó extrañeza su petición por varios motivos, primero, yo no pertenezco al gremio, y segundo, ¿entradas para un evento popular?, (porque las fiestas de mayo y sus recibimientos, siempre fueron populares) o ¿ya no?, atribulada balbuceé una respuesta como “ha si, déjame ver”, o no sé ni qué le contesté… en mi egodúlico repaso nocturno, volví a sorprenderme de lo que me pidió mi amiga… quise comunicarme con un alguien que sin duda me sacaría del apuro, pero no tuve éxito y contacté uno más, el que me refirió que efectivamente, los boletos de entrada estaban asignados con mucha anterioridad y que estaban agotados… sentí un leve mareo, me sucede a menudo, sobre todo cuando no alcanzo a comprender bien las cosas.
Recostada, se vinieron a mi mente, en tropel, aquellos “rancios recuerdos de perdidas glorias”, cuando las fiestas de mayo, eran del pueblo y para el pueblo, los recibimientos no eran como ahora, escaparates para políticos de turno, ni siquiera para los que pretendían perpetuarse en el poder… eran para los trabajadores y población en general, la única consigna era llegar temprano… música viva, birria, cerveza y refrescos, gratis para la ciudadanía y hasta para turistas que se contagiaban con la alegría de los lugareños, risas francas, cánticos entonados y desentonados, bailes, gûacos, ropa oliendo a jabón y a almidón con altíncar en los hombres y a fragancias de “jabon de olor” en las mujeres… todo eso formaba parte de los festejos de antaño, de las fiestas de mayo de manzanillo. Ante mis ojos entrecerrados pasaban las escenas de entonces, cierta estoy de que cada uno de nosotros guardamos en nuestra memoria, atada con hilo dorado, una cascada de vivencias que aluden estos festejos. Cuando ya mas grande, podía acceder a las terrazas!!!! Era una sensación entre la sensatez y la locura… nerviosismos, rubores, tensiones y un voltear constante para todos lados… era maravilloso, hasta entonces, la mecánica de entrada era igual… llegar temprano, y “apartar” lugar para esperar al grupo de amigos que nos reuniríamos allí, no había servicio privilegiado, todo era parejo. En algún momento de la tertulia, llegaba el líder de turno, con alguno de sus secretarios, le agradecíamos con un aplauso… no más de 5 minutos y la fiesta seguía, el comentario concurrente era la espera del festejo del 23 de mayo, día que celebra la C.R.O.M. su aniversario.