¡Ah chispiajos!, ¿pos de´ónde salieron tantos nombres pa’ don Miguel?- preguntó algo confundido don Chon.
Pos de su acta de nacimiento- respondió don Cipriano tratando de verse muy espigado- esos eran sus apelativos, y nació el 8 de mayo de 1753 en la Hacienda del Corralejo, a un ladito de donde ahora se elabora un tequilita bastante sabroso.
Me lo imagino don Cipriano y le creo, que de eso usted sabe mucho-dijo don Chon pelándole los ojos y afirmando con la cabeza- pero del iniciador de nuestra guerra de Independencia el 15 de septiembre… pos la verdad un poco menos, ¿Qué, no?
Pa’ que le digo que no, solo que el grito, fue en la madrugada del 16 de septiembre, pero nos agregaron el 15 por obra y gracia de Porfirio Díaz que nació el 15 de septiembre de 1830, y tuvo bastante tiempo en el poder como pa’agregar su día a las festividades.
Si… más de treinta años, ha de ser como un sueño dorado para nuestros presidentes, todos a partir de él.- dijo como cavilando don Chon.
y saltándonos el 10 –don Cipriano retomando la palabra continuó- que como ya dije es muy importante, sigue el día 15, el día del maestro y bueno, ni son todos los que están, ni están todos los que son.
Sé a qué se refiere- interrumpió don Chon- el maestro que ejercía y aún ahora existen muchos afortunadamente, que ejercen su profesión como un apostolado, en esta época como que se van haciendo menos.
Y no solo eso don Chon, el resto que no se encuadra en lo que acaba de decir, se dedican a…
Párele, párele a su carro don Cipriano no diga nada de lo que después se arrepienta, y luego resulta que a chuchita la bolsearon y ¿Quién te pegó? No, yo me caí.
No se preocupe –dijo don Cipriano ya más calmado- no iba a decir ninguna grosería, aunque solo estamos usted y yo; afirmo que algunos de ellos se dedican a cobrar sin enseñar, solo vegetan en el salón, a prestarse como carne de cañón, a pescar en rio revuelto, a transar canonjías y favores políticos, a acabar la paciencia del resto de los mexicanos agotando el recurso de marchas de protesta y plantones, y ahora este tipo de protesta social está muy devaluado, a…
Si no lo dice ni me entero don Cipriano –dijo don Chon interrumpiendo el casi monólogo de su amigo- pero tiene la boca llena de verdad porque de dientes pos ni se diga. Como que a veces usted cree que soy del tiempo en que se amarraban los perros con longaniza y no veo los tejes y manejes de estos tipos que se ponen al frente y se llaman líderes y del resto de blanquillones que los secundan con tal de no dar golpe y estar de echadotes, y ni se dan cuenta o a lo mejor no les importa que le están dando de patadas al pesebre. Pero como usted también dijo, muchos, pero muchos, no son así.
No… digo, si don Chon, sé que sí se da cuenta, igual que algunos de mis hijos, pero no todos y eso me enmuina que casi hago chile con el rabo.
Si, a mí también me pasa con mis hijos y nietos lobregones que piensan diferente y se dejan lavar el coco.
los dichos de los viejitos
son evangelios chiquitos
Por: Dagoberto Javier Tortolero Santillana
16 QUE BONITO ES MANZANILLO