que bonito es manzanillo
numero 12
Por Diana Ardiles
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Hace algunos días, cuando veía una película, como parte de la trama, la protagonista, mandaba el mensaje, me siento desprotegida, necesito compañía, guía y asistencia, por lo que se fueron enganchando varios de los personajes y finalmente fue seleccionado, el mas manejable y con aire de héroe del siglo XIX, época donde el romanticismo estaba a plenitud; todo esto me llevo a recordar la frase “que la vida real supera muchas veces a la ficción” ya que como se ha visto hay muchos casos así que dan la vuelta al mundo.
Cuando hay similitud, en como creemos que somos, como nos ven y lo que realmente somos; sobre esto concluía un investigador contemporáneo mexicano, que la persona posee identidad, en caso contrario cuando hay una diferencia marcada en estos tres niveles, se carece de la misma; personas que en su vida diaria, deciden encaminar en un punto convergente estas opciones, por ende los reconocen así, que tienen identidad.
En la mayoría de veces, estamos tentados y de seguro hay resbalones, en aparentar lo que no somos, probablemente, por la necesidad de tener una imagen a pesar de todo. Cuando se da una buena imagen resultado de una identidad de vida, es algo positivo para nuestra sociedad, porque lleva a tener un ejemplo real y motivador. Poseer una buena imagen pero si es del resultado de fingir, de estrategias para conseguir ciertas beneficios como posiciones, o lo que se esta viendo últimamente, la búsqueda de la aceptación de los ciudadanos para pedir los votos en el momento de las elecciones, esto va en detrimento de la calidad de ser humano. Son estrategias de marketing, recordemos el oficio de diseño de imagen, parecería que en ese diseño, se le olvida al profesional decirle a su cliente, que lo que ofrece y expone a la gente debe de ser veraz, porque las caídas de imagen son muchas veces muy dolorosas.
Los hechos no coincidentes, los hemos visto en los últimos años en cuanto a comicios y la búsqueda de la preferencia; ganada la elección popular, surge el total “olvido” de las promesas, entre comillas porque no es olvido, es una falta total de palabra y respeto a quienes confiaron; hay casos extremos, como hemos visto hace pocos días de cierto político que apoyaba la equidad de genero y que buscaba y solventaba la superación de la mujer, mientras en forma secreta hacia lo totalmente opuesto, denigración total, una injuria completa. Por supuesto produce indignación, rebeldía y ojala las autoridades cumplan a cabalidad su oficio y sea de acuerdo con la ley.
Con estos ejemplos de personas y situaciones carentes de identidad, podríamos los ciudadanos entrar (si es que ya no lo estamos) en un estado de desilusión y pesimismo completo o es mas, a una resignación apagada que seria una invitación para que los mas “vivos”, para no usar otras palabras, sigan haciendo lo mismo en otras áreas o en las mismas, y no solo los busca-votos, si no también los mas cercanos a nosotros como en los medios cotidianos en que nos desenvolvemos. Invitarnos cada uno a no bajar la guardia, ni tampoco volvernos paranoicos, sino solo vigilantes de nuestra propia identidad, para no proceder igualmente, y sin perder la vitalidad y energía para ser ciudadanos eficaces, positivos y enérgicos para hacer valer nuestros derechos y cumplir con nuestros deberes. Para no ser como los que buscaba la protagonista de la película que mencionaba a inicio de este encuentro, que rastreaba a los más manejables, a los que querían dar una imagen ante los demás de salvadores o eran demasiado crédulos de una historia que se repetía y repetía, como la de Pedro y el Lobo.
Gracias apreciados lectores, por haberme permitido tener este encuentro con Ustedes.
Hasta pronto.
ENCUENTROS… Cuando las cosas no son como parecen