QUE BONITO ES MANZANILLO 3 | Page 16

Una de las teorías sobre la senectud que más llama la atención es la que atribuye el inicio del envejecimiento al desgaste de los telómeros, que son las “puntas de los cromosomas”, que con cada división celular se van

desgastando; una vez que llegan a ser “muy cortos” la

célula ya no se puede dividir. Las veces que una célula

se divide varía según el tipo de célula, pero el promedio

es constante para cada especie, se dice que en el

hombre alcanza aproximadamente las 2,000.

En pocas palabras una vez que se desgastan las

“puntitas” de los cromosomas (se aprecian en la figura

anexa) la célula ya no se puede dividir, como un reloj

que marca la hora, y en este caso marca el inicio del

envejecimiento; y se inicia el deterioro, la decadencia.

Pero aquí entra la posible solución, existe una enzima

llamada telomerasa,

Esta enzima en un principio el ser humano la tiene y es

reprimida y desaparece después del nacimiento, lo que

provoca la ahora llamada enfermedad del envejecimiento. La telomerasa, restaura después de cada división la integridad de los telómeros (las puntitas del cromosoma) , por lo que la célula nunca dejaría de dividirse, sería prácticamente inmortal. ¿Se escucha o se lee fantasioso?, pues les diré que existen células inmortales como las células germinales, el paramesium y algunas células tumorales.

Para respaldar esta teoría existen seres en este mundo nuestro que aparentemente no envejecen:

Sin edad.- Conforme pasan los años, la langosta homarus americanus no disminuye su fuerza, movilidad, fertilidad, capacidades sensoriales o crecimiento. Se trata de un fenómeno biológico denominado “Senescencia insignificante” en el cual las células del crustáceo, hallado en la costa atlántica de América del Norte, activan la enzima telomerasa que repara constantemente su composición genética. Esta particularidad mitocondrial, típica de organismos en estado embrionario, ha llevado a especialistas como el biogerontólogo Wolfram Klapper, del Instituto de Hematopatología de la Universidad de Keil en Alemania, a proponer que estas langostas podrían crecer incesantemente si las condiciones ambientales fueran idóneas. La edad de los especímenes más viejos que han sido capturados ronda los 50 años de vida y su peso promedio es de 20 Kg.

Otro ejemplo es el de la Hidra Turritopsis nutrícula, no muere al llegar a adulto es capaz de “rejuvenecer”, regresar a su forma juvenil y repetir el ciclo vital. Sin extenderme más para no aburrir, podríamos llegar a ser como estos seres, en cuanto estén a la venta los productos necesarios.

A menudo se ha asumido que hidras son únicas entre los animales en el sentido de que no sufren envejecimiento y son biológicamente inmortales

Por: Dr. Dagoberto Javier Tortolero Santillana

VIDA ETERNA 2ª parte

i Enzima, substancia que provoca, favorece y acelera una reacción química.

ii Experimentos de Hayflig, Bodnar y col.

iii Falta de los síntomas del envejecimiento, no hay deterioro funcional ni reducción de

capacidad reproductiva con la edad.