PYMES DE AMBICION REVISTA EMPRESARIAL Y DE NEGOCIOS PARA EL BAJIO | Page 9

09

AMADOR

POLITICA MILLENIAL

POR: AMADOR

Gilets jaunes

Estos mismos jóvenes, que en México se les denomina como halcones, sicarios, etc. Que son víctimas de la desesperación, causadas por las condiciones miserables a las que se enfrentan día a día. Son quienes alimentan estos grupos suicidas, pero que en términos económicos no son más que una empresa de mercancías, drogas, sujetas a la oferta y la demanda. En 2015 el ataque del semanario francés Charlie Hebdo. Nos mostró la similitud con que los jóvenes del mundo enfrentan los mismos problemas y que son capaces de todo con tal de dejar la miseria en que se encuentran. Fueron jóvenes franceses, hijos de inmigrantes y de clase trabajadora quienes fungieron como los atacantes, solo carne de cañón. Y esto es históricamente cierto Peréz Reverte, en su libro ‘Falco’, ubicado en el periodo de la guerra civil en España, nos lo relata así:

[…]

En tiempos inmediatos al Alzamiento, enfrentados a tiros en las calles: falangistas, socialistas, comunistas, anarquistas, matándose entre ellos con admirable tenacidad. Jóvenes valientes y decididos, unos y otros, que a veces se conocían e incluso habían sido compañeros en universidades o fábricas y compartido bailes, cines, cafés, amigos y hasta novias. Los había visto asesinarse a conciencia, represalia tras represalia. Unas veces con odio, y otras con el frío respeto hacia un adversario al que se conoce y se valora pese a la diferencia de trinchera. O él o yo, era la idea. El móvil. O ellos o nosotros. Así que lastima de todo eso, concluyó. De la hoguera donde se iba a consumir, o se estaba consumiendo, la mejor juventud de una y otra parte.

Siendo verdad los jóvenes del mundo hoy en día, desde principios de esta década, han sido los protagonistas de cientos de movimientos: la primavera árabe, los indignados, la noche de pie, hace no mucho en la UNAM. Y eso es lo que deberían estar haciendo los jóvenes del mundo protestando, negándose a trabajar por los miserables sueldos, negándose a vivir en la pocilga que el mundo nos ofrece. Negándose en aceptar el futuro que se nos viene.

Semanas atrás, aparte de otro tanto del grueso poblacional, también los jóvenes se unieron a la conocida marcha de los chalecos amarillos. Que por supuesto no tardo en acaparar las planas de los diarios y de escenas de violencia, pura y dura. Se les olvida acaso que las revoluciones no son ni serán pacíficas, que la toma del poder será decisiva y contundente. Que la guillotina no era una decoración.

Pero fue la violencia quien se llevó los mejores videos y no la causa raíz de este movimiento: las condiciones de vida precarizadas.

Generaciones sin futuro, parados y jubilados no tardaron en sumarse al descontento de otras regiones europeas. El primer mundo nos muestra el camino. Y así seguirá siendo esto pues el hartazgo que existe, ese fantasma que recorre la tierra, es ya menester de todos.

En este movimiento nuevamente las redes sociales no dejaron de hacerse presentes, ya son el medio perfecto para agrupar a las masas, son la plataforma donde todos nos enteramos de lo que sucede y vitoreamos desde el otro lado del charco las consignas de los franceses, de nuestros hermanos.

Y es así como estamos por iniciar un 2019 caótico, donde apenas en noche buena Wall Street cerró con números rojos, donde la crisis nos está acechando, donde el salario mínimo fue aumentado y se nos presenta con bombos y platillos pero tras de ella el monstruo de la inflación está que revienta. Plantas de GM cerradas en EEUU, paros de labores en VW de puebla, las dependencias de gobierno se visten de blanco con el atuendo de la ‘austeridad’. Y todo esto no es más que un pequeño panorama de lo que se viene.