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Elecciones 2018
Uno de los temas de los cuales no podemos dejar de hablar son las elecciones en México. Fueron esperadas, casi ansiadas por una buena parte de la población. Han sido unas de las elecciones más polarizadas de la historia. Fue un mar de emociones lo que llevo, al hoy señor presidente, López Obrador al poder. Fue quien supo enconar toda la indignación y el hartazgo con su discurso indulgente e incluyente. Miles de personas se sintieron arropados e identificados con las palabras del señor López. Y no es para menos, el famoso Peje lagarto, llego en uno de los momentos más álgidos para México y el mundo. Por una parte, muy al norte, un vociferante payaso se llena la boca con un discurso de odio pero que ha servido para catapultarlo a la presidencia del país más poderoso. Los discursos son cosas similares que tienen los gobiernos populistas de hoy en día: Obrador, Trump y en el sur un conservador Bolsonaro. Las constantes amenazas para México por parte del magnate Trump han hecho sentirse amenazados a cientos de paisanos tanto fuera como dentro del país azteca. A mediados de años fueron arrojados cientos de latinoamericanos a sus países de origen. El desconcierto generado fue bien aprovechado por el siempre paternalista López Obrador.
De manera interna EPN jugó un papel muy importante, para la toma de decisión de muchos. Desde el primero de diciembre de 2012 en que el mediático Peña tomara posesión entre protestas y barricadas dejo claro cuál sería la línea de ese gobierno. Un incremento en las desapariciones, tanto de estado como del narco, una inflación a la cual los trabajadores no han podido hacer frente, vamos arrastrar con una deuda de 9 billones. Reformas estructurales que culminaron en ese gobierno. A todo lo anterior AMLO fue la cereza en el pastel. Pues en sus innumerables actos de campaña no se cansó de decir que el se encargaría revertir todo lo que habían hecho estos gobiernos, se echaría a los hombros años de miseria para resolverlo como por arte de magia. La verdad sea dicha la realidad nos está mostrando poco coherente que Obrador pueda hacer algo de lo que se cansó de prometer.
Hoy que el señor Obrador ya cumple poco más de un mes en el banquillo, de los acusados, no haremos sino lo mismo que se ha hecho por años, que es mantener un espíritu crítico y preguntarnos por qué es que habla de paz y llena de un presupuesto millonario al ejército, así como mantenerlos en las calles, todo aún después de los múltiples casos de lesa humanidad de los que son acusados.
Esto claro no ha hecho más que seguir peleando entre nosotros, que si es un mal necesario. El Estado que gobierna Obrador es por si solo un aparato estéril sin oficio ni beneficio y que en los próximos seis años habrá un país lejano al que se nos mostraba. La historia lo juzgara.
En todo caso esa misma masa que lo llevo al poder, la clase media, habrá que estar siempre al pendiente de ellos. Pues son estas mismas masas las que históricamente han sido carne absoluta de fascismo. Con su estatus, con su miedo a perder lo que han adquirido, a base de deuda claro.
No en vano vemos como los grupos criminales se nutren de jóvenes desmoralizados sin una perspectiva a futuro pero si con una ambición desmedida. Todo será pagado con un alto costo, pero que estarán dispuestos a pagar a consecuencia de sobrevivir en este mundo que todo nos exige.