puño & letra Summer 2018 | Page 24

La Lechuza

TEXTO : MAURICIO LAINEZ
La ciudad donde yo vivía era pequeña , pero bastante poblada . Según muchos casos reales , cuentan haber visto un ave similar al búho , o muchas personas la confunden con uno . Tiene grandes patas con garras filosas y desprende un hilo muy fino de su pico que funciona para chuparle la sangre a los humanos . Sus alas se extienden anchamente para envolver a sus víctimas y llevarlas lejos donde ningún ser humano alcanza . La lechuza busca engañar y confundir , es ingeniosa . Te hace pensar que te está llamando un familiar o amigo . Presta su atención a las discusiones entre parejas , jóvenes pleitistas , y especialmente a los niños recién nacidos con sus lloriqueos .
Una vez , esa ave que toda la población temía visitó a una familia de un pueblo cercano a un río . Ellos platicaban entre sí , despreciando al nuevo miembro de la familia de tan solo dos meses de nacimiento . La lechuza intentó llevarse al pequeño pero debido a las ramas de los árboles se le hizo difícil pasar entre ellas . Soltó al niño de la altura de dos metros . El crío salió vivo pero no ileso , pues en la caída le lastimó los brazos y la espalda del impacto . Desde ese entonces , a muchas personas les causó miedo . Mi mamá me solía contar mucho de la lechuza cuando le preguntábamos sobre los relatos de otras víctimas .
Una vez estaba discutiendo con mi hermano como a las once de la noche . Algo voló sobre la casa , y de pronto supimos que era ella . Su chiflido fácilmente se confunde
con el de un hombre común y corriente , pero esta vez no . Se asomó varias veces , y siempre que pasaba intentaba pararse en el techo donde jugábamos fútbol , el lugar en que al final terminamos discutiendo . Desapareció por un buen rato , pero a medianoche , mi mamá me pidió que la acompañara a traer unas sandalias que había olvidado en el otro solar donde cultivábamos palmeras de coco . Me llevó con ese engaño de las sandalias pero la verdad es que me iba a mostrar el terrible ave del que me solía hablar tanto . Cuando llegamos al terreno de lado , ella estaba muy asustada , pálida , y temblorosa . Señaló una palmera de coco diciendo , “ Hijo , esa es la lechuza ”.
Al mencionar su nombre , me puse nervioso , pero a la vez no creía . Tenia duda por que casi no se veía debido a la oscuridad . R e g r e s é rápidamente a traer un foco para alumbrar y confirmar si era cierto lo que estaba diciendo . Cuando regresé , alumbré hacia donde había señalado mi mama hace unos cuantos minutos . Me quedé viendo fijamente al ave . De repente , se me apagó la linterna , y busqué todo mi valor diciéndome , “ esa no es la lechuza , es solo un búho ”. Al murmurar esas palabras , sentí mi cuerpo pesado , mudo , mi mente se quedó en blanco por unos segundos . Mis palabras le causaron mucho enojo , hasta odio . Extendió sus alas sorprendiéndonos de su gran tamaño . El peso hizo quebrar la rama en donde estaba parada . Silbó muy fuerte , demostrando que era real y voló en nuestra dirección , haciéndonos creer que nos quería envolver . Muy asustados , corrimos dirigiéndonos a casa por el miedo que nos sacará los ojos con sus filosas garras , o que nos chupara la sangre con su gran hilo . Desde ese entonces yo sí creo en ella . La he visto y sentido su presencia en carne propia .