Publicaciones didácticas de la Biblioteca del IES de Sabón Revista Percorrido de Murguia a Dona Emilia PB | Página 5
A LENDA DO SANTUARIO DE PASTORIZA
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un curioso libriño publicado por dona Emilia Pardo Bazán o ano
1887, titulado La Leyenda de la Pastoriza,fai historia desta lenda e dí
como o rei suevo de Galicia, Rechiario ou Requiario, primeiro rei
cristián da Hispania, fundou a igrexa de Pastoriza na que se adoraba
unha imaxe da Virxe.
Di a tradición que cando aló po-lo ano 968 arribaron a Galicia as naves nor-
mandas que invadiron o noso territorio, ou a chegada de Almanzor, o caudillo
musulmán que co seu rápido e formidable ataque causou a derrocada de San-
tiago e chegou deica as proximidades da Coruña e Betanzos, lugares que
endexamais tiñan tripado os guerreiros deica entón, segundo din os cronistas
árabes do tempo, disque o padre cura, ou algún fiel do lugar, agachou a sa-
grada imaxe entre unha penedía do monte para libra-la da posible profanación
dos invasores.
SUPERSTICIÓNS , RITOS E ROMARÍAS POPULARES
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astoriza es el lugar que marca la tradición para visitar en octubre y los romeros
deberán subir hasta o Berce da Virxe para cumplir con las tres vueltas a las pie-
dras, pasar por debajo de ellas y besar la imagen de la Virgen.
Se celebra todos los domingos de octubre, consta de una misa en el famoso santuario de
la Virgen, después de la misa se acude a comer al monte, sin olvidar el pase bajo la piedra
dolménica, donde fue hallada la imagen de la Virgen (al que los romeros atribuyen cualida-
des curativas para el reuma). Es una fiesta a la que acuden muchos devotos.
Los romeros visitan también la iglesia de Santa María, un templo barroco del siglo XVII
que alberga una talla de la virgen que data del siglo XIII y, como ordena la tradición, sub-
en las escaleras para llegar al monte Cruceiro y rodear tres veces las piedras tras la que
se ocultó la Inmaculada.
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as piedras de “avalar o abalar” eran conocidas desde la antigüedad como piedras mágicas
que se suponía tenían poderes sobrenaturales. Incluso en la Edad Media sirvieron para “avalar”
la palabra de un acusado por un delito por medio de su movimiento oscilante y el sonido que
producían.
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