Psicología, Deporte y Actividad Física. Investigaciones Aplicadas | Page 415

INTRODUCCIÓN Con el transcurrir del tiempo y los avances tecnológicos alcanzados por el hombre, se evidencia una tendencia universal dirigida al estado ideal en donde el hombre llegue a trabajar lo mínimo, obtener salarios máximos y después mucho tiempo libre para sí mismo, este panorama preocupa a diferentes especialistas y en especial a los educadores; pues son muy pocas los seres humanos que están capacitados para utilizar debidamente su propio tiempo. Según Cutrera (1981),esto lo observamos en los diversos lugares que acogen a las personas no obligadas a nada: playas, plazas, parques, ríos, paseos públicos, medios de transporte de larga distancia, en los propios hogares donde los elementos de entrenamiento pasivo y masificante (en especial la televisión), ocupan el papel principal en la estructura recreacional de las familias y de sus niños. El hombre está necesitando cada día más orientación que le permita organizar sus posibilidades hacia el paradigma que confirma su auténtica esencia de vida:... “la acción frente a la inacción; la creación frente a la sola receptividad; el ser frente a mirar como son otros..., que con intención a veces comercial representan ser: el vicio frente al durar en secuencias inertes y algunas veces entretenidas” (Cutrera 1981), y para lograrlo el hombre amerita en primer lugar sentirse preparado para actuar y crear su ser y su vida. Cabe preguntarse a ¿quién es el capaz, de crear ser y vivir ¿Quién se dedica a capacitarse su tiempo libre? ¿Quién llega a su período de jubilación laboral sin angustiarse por no saber qué hacer con su tiempo? ¿Cuál es el ser humano feliz?, Aquel que apoyándose en un abanico de posibilidades de actividades físicas, deportivas, culturales, espirituales, literarias, turísticas, artísticas, musicales, sociales y otras, sea capaz de seleccionar entre ellas y disfrutar sanamente convirtiéndose en motivos que le permitan accionar, crear y de cultiva una verdadera vida interior, proporcionando una pieza clave en el equilibrio social dentro de su comunidad en la orientación del tiempo. Podemos decir entonces que frente a un mundo con una tendencia definida al ocio, debemos apuntar nuestras habilidades como facilitadores del quehacer educativo de niños, jóvenes y adultos hacia la educación y orientación del tiempo libre y contribuir con la optimización de su calidad de vida. Es necesario dejar claro que las actividades en que se participa durante el tiempo libre, no constituyen un complemento de la vida formal, sino que son tan importantes y necesarias como el trabajo, el sueño o la alimentación. Por lo tanto es importante puntualizar sobre los valores de la recreación y su incidencia en la ocupación del tiempo libre del individuo y de la colectividad. Según Nietzsche (citado por Bolaño, T. 1996) “el hombre es el que pone valor a las cosas para sostenerse así mismo, fue él quién primero asignó, creando un sentido de las cosas, un sentido de lo humano”. 407