Psicología, Deporte y Actividad Física. Investigaciones Aplicadas | Page 304

esta “tradición” en Cuba. Mencionados los inicios se fijan algunos momentos que ilustran el proceso. Siguiendo el análisis del profesor Torres - Cuevas (1997) que sirve de base al estudio de la sociedad cubana en los siglos XVIII y XIX que advierte el valor de “La comprensión del carácter anómalo del proceso de las plantaciones esclavistas resulta fundamental para entender los dos sentidos en que marca a la sociedad cubana del siglo XIX. Por un lado, introduce una concepción de la economía, de la sociedad y de las relaciones internacionales, burguesas; por otro desarrolla las relaciones esclavistas de producción. Sólo si se entiende esta doble proyección que impulsa la plantación, se puede comprender el carácter peculiar de la sociedad y de las manifestaciones ideológicas cubanas de esta época. Tal dualidad explica la utilización del concepto de burguesía esclavista en tanto expresión de una contradicción sólo tipificada dentro de la concepción americana” 14 Esta burguesía esclavista urgida de conectarse con el mundo del progreso insertó a sus hijos en él, a través de la educación; así los jóvenes “patricios” fueron enviados a completar sus estudios a la Europa ilustrada, tal y como ocurrió en todos los países de América Latina con la generación que sucedió a la independencia. Por eso fue posible a las generaciones de criollos que emergieron entre los últimos años del siglo XVIII y las primeras décadas del XIX, aportar a Cuba las ideas del progreso aprendidas en las universidades y escuelas técnicas de Inglaterra y de manera muy especial del espíritu académico francés. Es este el escenario del ideal de progreso, que abre el s XIX cubano y que permitirá entender cómo fructificó en la Isla un proyecto educativo específico. Los primeros intentos La idea fundacional del padre O' Gavan encontró en los jóvenes José de la Luz y Caballero y en José Rafael de Castro, este último doctorado en medicina en París y discípulo de Francisco Amorós, en el Instituto Técnico Militar de París, su cauce. El año 1838 sería definitivo para la historia de las actividades físicas en Cuba, el Dr. Rafael de Castro publica un informe 15 registrado en el libro de Memorias de la Sociedad Patriótica de la Habana, bajo el titulo “Escuela Gimnástica” 16 acogido con gran excitación por todos sus miembros. Este informe es el primer documento de que se tiene constancia acerca de la necesidad de la práctica de la educación física, su autor relaciona las múltiples ventajas que ofrece el método                                                              14  Torres‐Cuevas.1997.p.11  15 Los debates a partir del Informe del Dr. R. de Castro, implicaron a los presentados por Don Nicolás Ruiz. 16 Ob. Cit. Tomo VII. p.415  296