Psicología, Deporte y Actividad Física. Investigaciones Aplicadas | Page 28
Reflejo en la:
Nítido
Difuso
CONCIENCIA
P. Transitorios
P. Normales
E. Final
Final
Primer Nivel
Segundo Nivel
En lo planteado esta implícito la labor del docente durante la clase de Educación Física, o
deporte de iniciación, donde el alumno llegaría con un campo ya abonado desde el punto de
vista motor y es en ese campo donde debemos sembrar nuevos y más complejos movimientos,
sin olvidar que existe una experiencia motora más o menos amplia, pero nunca despreciable y
que la labor pedagógica estaría dirigida a insertar los movimientos que la componen en la
nueva acción que queremos enseñar, en el contexto de aquello que él educando domina desde
el punto de vista motor .
Desde esta perspectiva se aclara la diferencia esencial de la clase de educación física, donde el
objetivo es cultivar los movimientos desde la mayor amplitud y diversidad, con relación a
sesiones de entrenamiento en la iniciación deportiva, donde debemos utilizar esa amplia
experiencia motora, en función de formar habilidades, hábitos y destrezas.
La interdependencia está dada en que la formación adecuada durante la clase de educación
física, en la diversidad de la experiencia motora, constituye la base de una formación exitosa
de habilidades y hábitos deportivos.
En este sentido se debe destacar la importancia, durante la formación de habilidades
deportivas en las diferentes aéreas, de la realización de diferentes pruebas, (diagnostico),
dirigidas a conocer el conjunto de movimientos que el educando domina y que puedan ayudar
, o interferir (por semejanza, o diferencia ), la asimilación de la nueva acción motora.
Solo de esta forma cumplimentamos el principio de la individualización y personalización de
la enseñanza de las acciones motoras, que exige el proceso docente educativo contemporáneo
en la Educación Física.
Otro aspecto importante que debemos destacar en la labor de nuestros profesionales, es el no
permitir que se convierta en automatismo ninguna operación de las acciones que enseñamos,
mostrando determinadas deficiencias. Una operación de la acción que enseñamos, por
elemental que parezca, cuando se convierte en automatismo (cuando desciende de nivel en el
control consciente), se hace mucho más difícil de corregir, que cuando aun no se ha
automatizado. Corregirla implica des automatizarla, llevarla a un primer plano del reflejo
consciente, sacarla del contexto de la acción, darle un objetivo y entrenarla, es decir
convertirla en acción independiente y luego de rectificarla, insertarla de nuevo en la acción
que enseñamos o entrenamos.
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