Proyecto Ovnis 3 - El Origen Extraterrestre Proyecto Ovnis 3 | Page 72
ANDREA VICTORIA CANO
entradas de una base extraterrestre, o por lo menos hacia algo que está celosamente
guardado. Sí hay bases extraterrestres en la Antártida, seguro que hay extraterrestres en
su interior.
Además otro fenómeno que envuelve a tan misterioso continente es el hallazgo de dos
pirámides a 16 kilómetros tierra adentro, así como una tercera más cerca de la costa, y
como si fuera poco, se hallaron también partículas de polen que podía confirmar que
alguna vez crecieron árboles de palma en la Antártida. Lo que hace pensar que existe
todo un ecosistema subterráneo apto para el hábitat humano. Lo que ha despertado la
curiosidad de los gobiernos de Argentina, Australia, Chile, Francia, Noruega, Nueva
Zelanda y Reino Unido, suscriptores del denominado Tratado de la Antártida que ha sido
firmado por 48 países hasta el 2014 en su afán de reclamar dicho territorio, lo que antes
no había sido para nada un motivo de querella, ahora está siendo considerado y
analizado. Dicho Tratado sitúa a la Antártida como reserva científica, estableciendo
libertad de investigación científica y prohibiendo actividad militar en el continente.
El compromiso de los signatarios de no realizar en la Antártida ninguna actividad de
carácter militar con fines que no sean de cooperar con la investigación científica se ha
mantenido firme. De antemano saben que sí hay despliegue militar estarían desatando
una guerra donde se vería seriamente afectado el planeta, ya que ellos son conscientes
de lo que está ocurriendo en el continente frio teniendo muy en cuenta su desventaja
enorme ante tales inteligencias extraterrestres.
Pero, como ya vimos y seguiremos corroborando en la saga de Proyecto Ovnis, esto es
una mentira, se han realizado varios ataques nucleares a las bases alienígenas en la
Antártida.
El Portal de Venus.
Desde la noche de los tiempos el
planeta Venus ha sido visualizado
por muchas antiguas culturas como
un símbolo espiritual e iniciático
clave. En la vieja Mesopotamia,
una de las cunas de la civilización,
Venus fue representado como una
rutilante estrella de ocho puntas. Lo
divinizaron por encima de las
demás lumbreras del cielo y se le
otorgó el nombre de Ishtar. Lo que
hoy sabemos es que es un planeta
que no pertenecía a nuestro sistema solar, llego mucho después, por lo que se puede
deducir que ese planeta en realidad fue la representación de una potestad cósmica a la
que los mesopotámicos representaron como una estrella.
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