Proyecto Ovnis 3 - El Origen Extraterrestre Proyecto Ovnis 3 | Page 67
ANDREA VICTORIA CANO
también se le ha llamado, y, desde ese mismo entorno se dividieron las deidades entre
leales y traidoras. Por ende el contacto humano sería catastrófico para los planes del dios
creador que en contra de la voluntad incognoscible creó una raza humana para sus fines
materiales, negándole totalmente su herencia divina y espiritual.
La Inmortalidad
La inmortalidad es la posesión de la vida en su más alto poder, exclusión de la finitud del
ser, el no poder sufrir la muerte. En las antiguas culturas es ésa la prerrogativa de la
divinidad; para los seres creados sólo existe la muerte. Pero inmortalidad es también la
búsqueda afanosa del hombre de pasar indemne por encima de la muerte.
Entendida de esta manera, la inmortalidad se atribuye al alma humana, que sigue
existiendo, una vez privada de la corporeidad material. El hombre es identificado
formalmente por su alma, en desprecio del cuerpo, en cuanto que preexiste a su forma
terrena y está destinada a existir incluso después de la experiencia terrena. Pero no se
dice nada del alma después de la muerte ni mucho menos se habla del espíritu.
Esta supervivencia, muy próxima a la nada del alma o al regreso al polvo, que nunca se
desarrolló en las escrituras sagradas por su temor intrínseco al culto de los muertos y a un
falseamiento de la fe en el dios creador, puede ser, no tanto una preparación del tema de
la inmortalidad del alma, sino más bien el primer escalón de la fusión de esta alma con un
ser superior que le inyectaría voluntad y dominio. Con tal acción se le restablecería a dios
la unidad antropológica comprometida por la muerte, quiere decir esto que tanto se fue
esclavo en la vida como se seguirá siéndolo después de la muerte.
El alma entonces corresponde solo al dios
creador y que solo con la devoción a él y con las
“buenas obras” en la tierra se podrá gozar de
dicho privilegio. Está condicionada a un ser
supremo. Caso contrario ocurre con el espíritu
que ofrece una voluntad libre, ofreciendo del
espíritu una interpretación personalista, como
“YO” y la perfección del mismo, provisto de
conciencia que sobrevive por sí sola a la muerte
corporal del individuo, que sólo está ligada a su
propia divinidad y separado totalmente del alma. Donde la liberación final consiste en
detener la rueda de las reencarnaciones y salir de tetrarque (laberinto) causado por el
apego a un mundo ilusorio.
La muerte espiritual existe y radica en no poder liberarla de la
impuras que rodean a la creación demiúrgica, el espíritu siendo
cuenta un ser mortal fue siempre libre pero fue engañado y
hombre, aprisionado a un mundo de materia, que ha olvidado su
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materia y de las cosas
lo más puro con lo que
encadenado al animal-
origen y cree que es un