PROYECTO OVNIS 1 - LA BASE ANTÁRTICA PROYECTO OVNIS 1 - LA BASE ANTÁRTICA | Page 59

Una pequeña élite iniciada en las Vrunas o runas de Navután escaparía del exterminio, adentrándose en refugios subterráneos o chinkanas 8. Luego de unos años emprenderían un largo viaje con los supervivientes hacía el valle Calchaqui y las Sierras de Characato en la Argentina.
Con la llegada de los conquistadores españoles y acompañándolos, oleadas de sacerdotes judiocristianos, serían destruidos los“ ídolos” paganos de sus milenarios altares. Estas esculturas“ ensortijadas de serpientes”, según las crónicas de Fray Alonzo de Gúzman, nuevamente nos remiten a la gorgona tartesia y el misterio de las runas.
Los Skiolds, vikingos daneses, se habrían embarcado en 220 drakares y navegado hasta el estuario del Río de la Plata en el siglo IX, escapando del judiocristianismo que por ese entonces erradicaba a sangre y fuego el paganismo de Europa.
Esto es muy coincidente, pues cabe recordar a la colonia vikinga de Groenlandia compuesta por 10.000 personas, que llegaron también en el siglo IX, después de una gran travesía a la cabeza de Erick el Rojo, justamente, escapando de la persecución judiocristiana, y que desaparecieron sin dejar rastro alguno de la forma más misteriosa. Según John Dee los“ ángeles” le habrían mostrado en Groenlandia una“ puerta a otros mundos”, por lo que sugirió a la Reina Elizabeth una expedición armada para tomar posesión de esa isla. Al parecer los vikingos sabían de su existencia, habrían forzado esa puerta y desaparecido de este mundo contexto. ¿ Hacía el Walhalla?
Como sea es inconcebible que todos estos hechos de trascendental importancia para la historia de los pueblos latinoamericanos de hoy, hayan sido totalmente expurgados y escondidos, hasta el punto de su desaparición cultural, excepto en el folklore de los pueblos andinos, que aún mantienen vivos muchos simbolismos de esta grandiosa historia perdida. Al respecto algunos de los lectores recordarán la gran emergencia de la Diablada Veganista, que pretendía rescatar este legado. El baile de la Diablada es, afirmamos con seguridad, un recuerdo del arribo de los vikingos y toda su mística rúnica, al incario.
Como hemos podido constatar, la gran actividad ufológica en la zona esta ratificada por el ancestral legado que los pueblos del pacto de sangre que llevan el signo de
8 Chinkana es una abertura en la base de cerros, montañas o ruinas que sirven de puertas de entrada a
túneles sin fin que se adentran en el subsuelo; hasta ahora nadie sabe con certeza cuanto miden, ni hasta que profundidad llegan. Toda expedición ha dado media vuelta a profundidades inconcebibles, 600 metros o más incluso.
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