Caso #1 “Cambio de pilas”
En nuestros portátiles solemos encontrar dos tipos
de batería: de ión de litio y de polímero de litio.
Ambas se caracterizan por su ya consolidada
producción masiva -lo que ha permitido abaratar el
precio
de
estos
componentes-
y
su
buen
comportamiento excepto a altas temperaturas, algo
de lo que hablaremos más adelante.
La diferencia fundamental entre ambas es la forma en la que la sal de litio está contenida en
esas baterías: mientras que en las baterías de ión de litio ese componente está contenido en
un solvente orgánico líquido, en las de polímero de litio el continente es un compuesto
polimérico similar a un gel.
2. Tenlas enchufadas cuanto quieras
Una de las primeras preguntas que suelen hacerse
los usuarios de portátiles es qué pasa cuando uno
trabaja con el portátil en casa o la oficina. ¿Debe
dejarlo siempre conectado? ¿Debe desconectarlo
en cierto momento para que la batería no se
degrade? ¿Dejarlo conectado todo el tiempo
puede provocar algún tipo de sobrecarga?
La respuesta es sencilla: podéis dejar vuestros
portátiles enchufados todo el tiempo que queráis, porque no hay peligro de que
sobrecarguéis el portátil. En cuanto la batería está totalmente cargada ese proceso se detiene,
y no vuelve a iniciarse hasta que el voltaje de la batería cae por debajo de cierto nivel.
3. No dejéis el portátil completamente descargado mucho tiempo
Cuando uno utiliza el portátil sin estar enchufado acaba llegando un momento en el que
aparecen los avisos de batería baja que el sistema
operativo muestra y que nos recuerdan que
debemos recargar el portátil.
Si no tenemos el cargador o un enchufe cerca no
hay mayor problema, ya que podremos agotar la
batería al máximo, dejar que el ordenador se
apague por falta de batería y realizar esa recarga de
la batería más tarde. Sin embargo dejar esa batería
62