Para los mesoamericanos la muerte no tenía las connotaciones
que vemos hoy en la religión católica, ellos creían que los rumbos
destinados a las almas de los muertos estaban determinados por
el tipo de muerte que se tenía, no por el comportamiento en vida.
Cuando los españoles llegaron a América en el siglo XV, estaban
aterrados por las prácticas paganas de los indígenas y en un in-
tento por convertir a los americanos al catolicismo, movieron el
festival hacia las fechas de noviembre para que coincidieran con
las festividades católicas de Día de Todos los Santos y Todas las
Almas. Por eso la celebración tiene tintes cristianos, pero tam-
bién étnicos.
Hoy en día con la globalización se ha
llegado a mezclar la celebración del Día
de Muertos con la la celebración esta-
dounidense de Halloween y cada año es
más común ver aspectos en los que se
relacionan y se juntan algunas costum-
bres relacionadas a las dos fiestas.