Primer Capítulo El Inicio de la catástrofe. | Page 7

En ese momento pensé que esto no solo pasaba acá, tal vez era en todo el mundo como una película de Zombies o al menos en parte.

El miedo se fue apoderando de mí, e inmediatamente pensé en mi familia, en lo que podría estar pasando con ellos.

Al fin, después de tanto tiempo de estar en el tejado pude ver una camioneta que se acercaba, la razón por la que esperé mucho era que si me iba en un carro sería más fácil llegar a mi casa sin que ninguna de esas cosas me mordiera o me comiera. Al fin y al cabo, esa cosa se empezó a levantar y con el escudo le di contra el piso. Bajé del techo por una reja, salí corriendo por fuera del colegio teniendo cuidado para que una de esas cosas no me persiguiera. El hombre de la camioneta se veía cansado, y quedé sorprendido porque se bajó armado e iba a asaltar una tienda, claro que como por lo que estaba pasando yo también lo hubiera hecho, pero en vez de eso me subí a la camioneta. El gritaba que me detuviera, yo seguí hasta mi casa y no sé qué más pasó con él.

Tomé el atajo que conocía de una trocha y tardé veinte minutos en llegar, pero cuando lo logré, a mi familia se la estaban llevando en un helicóptero militar y no los alcancé, sin embargo, si pude

alcanzar a otro que iba a subir apenas.

Pregunté:

- ¿A dónde los llevan? -

-A un refugio en Estados Unidos- me dijo uno de ellos.

- ¿Cómo cómo así? No entiendo.

-Los llevamos a ellos por los recursos que tienen en su tienda, pero dejamos algunas cosas, recógelas, quédate con este mapa y este radio, puedes ir hasta allí, pero con buenos recursos y en menos de seis años.

- ¿Por qué en seis años?

-Porque en siete años lanzarán unos cohetes para llevar a las personas a hacer una vida en el espacio hasta que se pueda controlar la peste. -

-Por cierto ¿qué son?

-Zombis-, respondió.

- ¿Verdad? –dije.

-Sí, y te dejo porque nos tenemos que ir, te deseo suerte y cuídate -Por cierto, ¿quiénes iban ahí?

-Una señora y tres muchachas, dos de ellas blancas y la otra morena

- ¿No había otra?

-Dijeron que estaba en la universidad-

-Está bien, gracias-

-Ah, por cierto, ellos tienen sus sentidos muy agudizados, así que ten mucho cuidado con lo que haces.