Prehistoria de extremadura PREHISTORIA EXTREMEÑA revisado n 2019 | Page 5
PRÓLOGO
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Tomando prestadas las palabras de M. Tarradell, podemos afirmar
que hacer una vinculación que denominemos Prehistoria de España, tiene
riesgos, inexactitudes y ambigüedades que se han resuelto arbitrariamente.
Por ejemplo, cómo estudiar la Prehistoria, como “escenario” o como “raíces”.
Si la tratamos como escenario tendríamos que dedicar muchas páginas a
las culturas primitivas, pues representan una suma de tiempo enormemente
superior. Pero si tratamos de estudiar los pueblos primitivos anteriores a la
escritura, como raíces de las comunidades históricas, una buena parte de
la Prehistoria queda fuera de juego y únicamente cuentan los pueblos del
primer milenio a. C. o poco antes dado que no tenemos datos que avalen la
conexión en lugares concretos entre la prehistoria y los tiempos históricos.
Asimismo las fronteras actuales son reflejos de avatares recientísimos, histó-
ricos y políticos producidos en los últimos siglos y no estamos seguros de que
su permanencia sea intocable en los términos que ahora vivimos.
Junto a esto tenemos otras dificultades cual es la cronológica. Esta-
mos lejos de haber conseguido conocimientos sólidos. Con frecuencia hipó-
tesis de trabajo, apoyadas sobre bases mínimas, han pasado por realidades
comprobadas. Las primeras piezas que se databan solían ser de hallazgos
fortuitos que eran sacados de su entorno lo que impedía labores de campo
con excavación in situ, tan importantes hoy día para contextualizar el o los
hallazgos. No podemos tampoco perder de vista que en tiempos y espacios
relativamente próximos coexistían, a veces, diversas culturas en estadios de