Prehistoria de extremadura PREHISTORIA EXTREMEÑA revisado n 2019 | Page 165

167 dividen en tres zonas. A su vez todo el cinturón está compuesto de 35 piezas cuadradas en las que sobre un fondeo granulado destaca un relieve de lucha repetida de un hombre con un león rampante, es decir, un Gilgamés, apar- te de las 24 restantes aparecen grifos alados sobre una línea bajo la cual hay tres flores de loto invertidas. Hiladas de palmetas de cuenco recorren el bode de la hebilla, cuya franja central está decorada con pares de palmetas de cuenco unidas por las bases. En conjunto se aprecian una combinación de elementos asirios y egipcios. Su presencia en Extremadura nos vuelve a demostrar la fuerte penetración interior del comercio fenicio en la Penínsu- la, que no se limitó a las zonas marítimo costeras. Mélida lo data en el VI a. de C. la presencia de Gilgamés es una magnífica prueba de la pervivencia cultural a través de las culturas del mediterráneo oriental durante miles de años. La diadema de piezas afiligranadas consta de una franja central formada por plaquitas cuadradas; cada una de ellas tiene cuatro alveo- los circulares, asiento de otras tantas rosetas y además un alveolo central cuadrado que es engarce de una piedra. Todos los elementos de la diadema están asentados sobre planchas de oro. Los extremos son de forma trian- gular. En el centro de la diadema se hallan cuatro cápsulas circulares que llevaban piedras preciosas. En el interior se encuentra una gran voluta de tipo fenicio-chipriota con flores y dos apéndices a ambos lados. El fondo está cubierto de diminutos gránulos. En el extremo hay, en relieve, un motivo lunar o vegetal.