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> MIRA QUIÉN JUEGA
ÁLVARO GÓMEZ:
UN PERRO
EN LA CANCHA
Para este fanático del deporte y la actividad física, los sábados de fútbol son sagrados. El
jugador llega cada fin de semana hasta el COF para defender la camiseta de Quiltros, comerse
la banda izquierda y participar de extensos tercer tiempo, donde solo se habla de la pelotita.
POR NICOLÁS QUINTANAL
A
sus 36 años, Álvaro Gómez puede decir con total tranqui-
lidad que toda su vida ha estado ligado al deporte. Por
estos días se encuentra con un entrenamiento especial en
el gimnasio, debido a que en su próxima teleserie inter-
pretará a un futbolista profesional, y desde que era un niño siem-
pre le gustó la actividad física.
Nacido y criado en Osorno, se dedicó a muy temprana edad al
atletismo. Tuvo algunos pasos por el fútbol pero le dio duro al
Básquetbol, una disciplina muy popular en el sur de Chile y de la
cual fue parte hasta el término de su período escolar.
El actor reconoce que recién volvió a ponerse los zapatos de fútbol
cuando llegó a vivir a Santiago, y desde ese día no paró más.
¿Siempre jugaste con Quiltros?
“Llegué a Quiltros a fines del año pasado. Partimos jugando fútbol
con el equipo, pero como la mayoría del equipo está entre los 40
y 42 años, en Senior de repente enfrentábamos a unos que eran
más jóvenes y, claro, en el primer tiempo aguantábamos pero en el
segundo nos pasaba la cuenta. Por eso decidimos empezar a jugar
en cancha más chica”.
Y antes, ¿También jugaste en ligas?
“La verdad es que empecé en futbolito. Después jugué en
Deportes Colaless con el Tiago Correa –ahí ya fue fútbol 11– y
luego me fui a Viejos Lobos, en la Liga Internacional. Pero no
pude seguir jugando ahí”.
¿Por qué no?
“Para ser honesto, me echaron por un exabrupto. Aunque parezca
una locura me dieron 1.001 partidos de suspensión, así tal cual lo
pusieron en el informe. Eso claramente era un ‘ándate de la liga’”.
¿Y qué hiciste para que te dieran tantos partidos?
“En un partido me enojé con el árbitro. En concreto no nos toca-
mos, no hubo ni una agresión ni nada, pero el tema es que le tiré
una botella. Ni siquiera le llegó pero pasó que me exalté mucho
y ellos tomaron esa decisión”.
EL GRAN ENEMIGO
¿Te consideras una persona muy temperamental?
“Soy muy impetuoso para jugar, entonces si alguien me quiere
sacar del partido, es muy probable que lo logre”.
¿Crees que por ser conocido te buscan más dentro de la cancha?
“A ver, no soy un jugador habilidoso (risas). Entonces no es que
yo me pase a dos o tres jugadores y me tengan que pegar para
bajarme. Pero a veces sí pasa que me buscan. Lo típico es que
me hacen una falta, yo se la pido al árbitro y me la cobran. Ahí
es cuando saltan todos y le dicen al árbitro ‘ya po si no estamos
en una teleserie profe’ o el clásico comentario ‘déjate de actuar’.
Todo el rato existe ese roce y puede ser que me busquen más en
términos verbales que con las piernas”.
¿Cuál crees que es tu peor defecto como jugador?
“Sinceramente, creo que debo controlar mejor mis estados aní-
micos, porque soy una persona que se frustra harto. Además,
está el ‘Pancho’, nuestro DT. Él grita mucho y yo de repente no
me aguanto y desde adentro de la cancha le respondo ‘quédate
callado po’ hueón’. Claramente debería saber lidiar mejor con mi
temperamento”.
¿Y te llevas bien con el entrenador?
“El ‘Pancho’ es amigo mío, es más, yo lo llevé al equipo y ahora no
sé cómo sacarlo (risas). A veces me saca y yo ‘me pico’, pero se nota
la mano del entrenador. Tanto así que en el primer campeonato
que tuvimos un entrenador al borde de la cancha, porque an-
tes nos dirigíamos nosotros mismos, fuimos campeones. Cambia
cuando hay alguien dando instrucciones desde afuera, y aunque
se equivoque o acierte, se le respeta”.
EL TERCER TIEMPO
¿Con el resto del equipo es buena la relación?
“Espero que llegue el sábado toda la semana. Todos los que ju-
gamos fútbol amateur somos futbolistas frustrados, nos hubiese
encantado que nos pagaran por hacer este deporte, así que espe-
ro con ansias el día porque es un sábado perfecto. Dependiendo
del horario en que se juega, a veces se almuerza algo, nos to-
mamos unas cervezas y hablamos de fútbol. Es genial, para eso
está el tercer tiempo, se habla mucho de fútbol con los amigos,
conversa sobre el partido que jugaste y sobre los otros rivales.
Uno con eso sabe cuáles son las falencias deportivas de cada
jugador, quiénes son los con mayor o menor carácter”.
¿Algún futbolista que te guste cómo juega?
“La verdad es que soy muy seguidor del fútbol internacional,
veo mucho la liga española y la Premier League. Quizás por la
posición en la que juego podría reflejarme en Marcelo, del Real
Madrid. Todo esto en contexto de fantasía, pero él es uno de
los mejores laterales del mundo. Por su ‘pachorra’, la forma en
que quita, tiene corazón, es inteligente pero sobre todo es muy
habilidoso”.
¿Algo de ese Marcelo se replica en Álvaro Gómez?
“Solamente la entrega y las ganas de correr. Ese gran ímpetu por
correr la cancha podría reflejarse en mí, pero solo eso (risas)”.