EL LEGADO
Todo equipo tiene un objetivo a corto y a largo plazo, y
Narnajaran no es la excepción. Lo más próximo es subir de
categoría en la Liga San José, y también esperan que en al-
gunos años el equipo no solo tenga una sola categoría, sino
que se amplíe el abanico. Los fundadores de este elenco ya
están en una edad próxima a la serie Senior y es de suma im-
portancia ir captando jóvenes jugadores que se encarguen
de la Junior.
“Sampa” comenta que “muchos están en los 27 años y la idea
es que los más chicos tomen Junior. Se están haciendo un
nombre en ‘Narna’. Queremos seguir creciendo y que nues-
tros hijos sean parte de este equipo en varios años más”.
La idea es que los “Pibes”, como son llamados los más chi-
cos por los mayores, también sean de los SS.CC., lugar en
que Narnajaran dejó una huella. “Allá se sabe que ‘Narna’ fue
una de las mejores generaciones que pasaron por el cole-
gio, ganaron muchos títulos con la selección”, declara Franco
Vignolo, quien fue reclutado por el DT, luego que se enterara
que buscaba club.
Los contactos con el colegio siguen, además algunos son
parte de los Scout, donde más chicos van conociendo lo que
es la institución y se interesan en defender el color celeste
del equipo. “Hablamos también con profesores o hermanos
chicos para ir viendo nuevos jugadores. Hay diferentes gene-
raciones, desde los 17 a los 27 años. Ellos prenden al saber
que salimos del Manquehue”, dice Claudio Mujica.
Uno que no nació en la cuna del colegio ubicado en Vitacura
fue el volante de contención Franco Araya, quien se destaca
por su limpia salida, siendo comparados por sus compañeros
con Marcelo Díaz. “Frank” llegó hace cuatro años al ‘Narna’
y detalla que “soy de Colina. A través de un amigo me fui
integrando de a poco y ahora ya soy un elemento más de
Narnajaran. Aquí todos te acogen muy bien, te sientes inte-
grado. Nos destacamos por estar unidos dentro y fuera de la
cancha. Todos comparten con todos, nadie queda de lado”.
“M I S I Ó N A S C E N S O”
En sus diez años de historia, Narnajaran ha participado
en cuatro ligas: El Salto, Rinconada, Superior y San José,
en la que actualmente se encuentra. En las primeras dos
logró consagrarse campeón de la serie Junior, demos-
trando que en esta década han abultado un currículo
que llega a ser pesado al ponerlo a la mesa.
En estos años en liga, esta escuadra también ha hecho
rivalidades con otros equipos, en los que se destacan
dos: Pangui y Deportes Colaless, equipos que también
están en la San José. El primero por ser también de ex
alumnos del Manquehue y el segundo por encontrarse
en diferentes rondas eliminatorias. “El clásico históri-
co es Colaless, tuvimos cinco años jugando contra ellos
finales, cuartos de final, donde ganábamos o ellos ga-
naban. Los partidos eran calientes. Son duelos que uno
espera”, revela Möller.
Sin embargo, Narnajaran aún está en búsqueda de un
objetivo que lamentablemente se les ha ido postergan-
do, que es ascender y salir de la Junior B. En el equipo
están claros que hay una deuda en la liga de Lampa.
“Estamos disconformes. Llegamos en 2016 y no logra-
mos ascender a Junior A. Hemos estado erráticos en de-
cisiones y no hemos reflejado lo que somos. Pero tengo
fe que este es nuestro año y cumpliremos esta misión”,
arenguea Gajewski.
Lograr este propósito es importante para este grupo de
jóvenes, pero no hay nada más importante para ellos
que ir a la cancha para reunirse y compartir con sus
amigos. Estas horas en el campo de juego son una dis-
tracción, en la que los problemas no existen y la alegría
abunda en cada uno. “Es un orgullo ver cómo hemos cre-
cido juntos. Ver a mis compañeros y centrales de toda la
vida es tremendo. Son casi 20 años jugando juntos, des-
de los recreos, y es lindo como hemos caminado unidos”,
concluye Claudio Mujica.