Portaligas #03 - Invierno 2017 | Page 34

34 > HISTORIA DE LIGA
“ Somos conocidos como el equipo alegre, ayudamos en darle vida a la liga”.
Claudio Mujica Portero
“ Nos destacamos por estar unidos dentro y fuera de la cancha. Todos comparten con todos, nadie queda de lado”. Franco Araya Volante
LA BROMA QUE SE VOLVIÓ PASIÓN Si hablamos de la concepción de este elenco, hay que remontarse a su época de estudiantes. Estos adolescentes se desempeñaban como jugadores de la selección de fútbol del Manquehue hasta que en un momento decidieron salir del ámbito colegial y probar suerte en una liga de futbolito que se disputaba en Lo Barnechea, siendo su primera experiencia fuera de las aulas bajo el nombre de Narnajaran. Pero, ¿ cómo nace este complicado término? Todo comenzó por una broma de la generación 2009, que molestaban a sus compañeros diciendo palabras rápidas y sin sentido, entre las que se encontraba Narnajaran.“ Aún hay gente que no lo puede decir o no sabe escribirlo. Cuando lo explicamos nos dicen‘ la talla mala’, pero parte de una broma que como amigos nos marcó”, comenta Joaquín Gajewski, entrenador del equipo. Esta expresión pasó de ser un simple juego a un sentimiento con el que intentan empapar a cada nuevo miembro que ha ingresado durante esta década, como Franco Vignolo, de 19 años, quien llegó en 2015 al equipo y se convirtió en un nuevo“ narnadicto”.“ Los fundadores hacen un gran trabajo con los más chicos. Te contagian a punta de simpatía, buena onda, te motivan, te hablan para que vayas a los partidos, te tratan como si fueras uno más de la generación, te hacen saber que eres importante”, afirma el volante mixto. Son cerca de 20 futbolistas los que actualmente tiene el Narnajaran en la plantilla. Por ello, el adiestrador, todos los lunes, hace la lista para el fin de semana, esperando la confirmación de los jugadores para el día sábado.“ Es difícil armar el equipo. Tener nueve cambios no es sencillo, ya que debes modificar una base”, sostiene Gajewski.“ Es ley confirmar para hacer el equipo. Todos quieren jugar por su amor por el fútbol y Narnajaran. Es más, cuando uno se va de viaje, lleva su polera. La mayoría no podemos imaginar nuestra vida sin‘ Narna’”, cuenta el arquero del equipo.
AMIGOS Y DIRIGIDOS Una vez egresados del colegio, la generación 2009 decide expandirse más allá del colegio y deciden armar un plantel competitivo para jugar en canchas de once por lado. El elenco poseía lo mejor de la selección del Manquehue y se sentía capaz de hacer grandes cosas a nivel amateur, pero su rendimiento no los acompañaba.“ Nosotros partimos jugando a nada, no lo podíamos creer, veníamos del Manquehue, donde éramos estrellas, pero nada sirvió. Había mucho desorden, cualquiera daba indicaciones y hacía los cambios”, confiesa Agustín Möller, quien añade que“ nos vimos en la necesidad de tener un entrenador”. El desafío lo tomó Joaquín Gajewski, amigo de la infancia y parte de la generación, quien no es un activo jugador de fútbol, pero si apasionado por este deporte, que llegaba a apoyar a sus compañeros desde la tribuna cada vez que jugaban.“ Siempre esperamos que se vista de corto y nos sorprenda, a lo‘ Pipo’ Inzaghi. Lo prometió. Eso sí, que ingrese cuando vayamos 4-0”, avisan desde el camarín, mientras que el estratega confirma que cumplirá, ya que“ mi sueño es hacer un gol con la celeste”. Tanta es su pasión por el fútbol que sus amigos no dudan en llamarlo“ Sampa” por su forma de vestir y su fanatismo por Sampaoli.“ Me gusta por la forma en que vive el fútbol. Es entretenido que te llamen así, hasta en los carretes me dicen‘ Sampa’”, se sincera Gajewsky. Pero entrenar amigos no es nada fácil. Joaquín asumió el cargo a los 20 años y tuvo un inicio complicado, ya que debía manejar un vestuario impulsivo, en que era difícil hacerse respetar, en especial por haber tanta voz de mando, pero con el tiempo tomó credibilidad y respeto.“ Ahora se siente empoderado”, lanza Möller entre risas. El mismo capitán manifiesta que no le gustaría estar en los zapatos de su amigo, ya que“ debe tener a todos contentos, que se sientan acompañados, estar atento que ningún mayor le grite a uno más chico y se espante”. En tanto, Mujica reafirma esta versión:“ Con él intentamos ser profesionales. Es un cable a tierra para todos”.