EL ESTUDIANTE
El estudiante al igual que el tutor se encuentran en la necesidad de un
cambio en sus actividades de aprendizaje, el estudiante también debe
cambiar sus hábitos: de ser pasivo, de esperar que las cosas sucedan, debe
convertirse en el personaje principal del proceso de aprendizaje y es por
medio del método socioformativo que el estudiantes tiene la oportunidad de
ser partícipe de su propio aprendizaje
Se vuelve realidad el principio de que el estudiante ha de ser el centro del
proceso, en la medida que debe responsabilizarse de su propio aprendizaje y
asumir un papel activo, muy diferente a lo que ha vivido en los salones de
clase hasta ahora, incluso a su manera de concebir las tutorías si ya está
inscrito en un programa a distancia: según lo que hemos podido observar, el
estudiante asiste a una tutoría con los mismo ánimos que pueda tener un
estudiante de un curso tradicional, es decir, entrar a ver qué pasa, muchas
veces sin haber leído detenidamente el módulo o realizado algunos ejercicios
para entrenarse, y sin alguna pregunta específica.
En un ambiente virtual el estudiante está solo, lejos de sus compañeros, del
mismo tutor y de la institución que ofrece el curso. Él mismo determina
cuándo estudia y desde dónde se conecta a la red para interactuar: puede ser
a cualquier hora y desde cualquier lugar. Ahora bien, en un curso a distancia
convencional, si asiste a una cuantas tutorías presenciales puede pasar
inadvertido en el grupo, en cambio en un curso virtual si no participa, si no
envía a tiempo sus tareas, si no interactúa con los compañeros que forman
un grupo con él, pronto será detectado y recibirá un mensaje del tutor para
preguntarle por qué no está activo. También recibirá mensajes de sus
compañeros, y si no los contesta, perderá credibilidad ante los demás. Si sus
respuestas son evasivas y poco construidas, el tutor, e incluso sus
compañeros, le llamarán la atención lo motivarán para que haga esfuerzos
especiales para estar activo en el curso.
- 64 -