Polo Today Retro 5 | Page 30

explicó en su momento Jorge Bellande, el organizador del campeonato: “La idea nació hace dos años, pero por distintos motivos se fue postergando. No fue nada fácil hablar con la Asociación Argentina de Polo… En la Argentina y en el polo, somos muy machistas. Pero se pudo concretar. Y el futuro para las chicas es muy interesante”. Luego de que Fashion Network y Kill se disputaran la tercera posición en la cancha 2, en la 1, con público y cámaras de televisión, se midieron por el título: Apartur y EF. Apartur alineó a la inglesa Lucy Taylor, María Chavanne, Paola Martínez y la norteamericana Elizabeth Beer. Y por su parte, EF presentó a Helena González de Cabrera, la norteamericana Abby Riggs, María Garciarena y la belga Dorothea Huynen. La oriunda de California, Abby Riggs, sintetizaba las sensaciones de la mayoría de las chicas, sobre todo de las extranjeras, que como ella pisaban por primera vez el suelo argentino y el pasto del mítico estadio. “Esto es increíble. Jugar aquí es distinto a todo el polo que he jugado y eso que participé de importantes torneos con hombres y de un nivel de 18 goles.” La experimentada Dorothea Huynen, de 42 años, le puso distintas palabras a un mismo concepto: “Jugar aquí es el sueño de mi vida como polista”. nador dominó desde el arranque y demostró ser el cuarteto más fuerte de todos. Desarrolló una idea de juego colectivo muy sólida, donde se destacó el imparable dúo conformado por las argentinas María Chavanne y Paola Martínez. Fuerza y empuje aportó la primera y habilidad y conducción, la segunda. Y EF no dio nunca con la fórmula para frenar ese tándem. No obstante, EF se las ingenió y esas claras diferencias en el juego no se plasmaron en el marcador, al menos en la primera mitad del partido. En los segundos tres chukkers, EF no pudo sostener el ritmo, mermaron las fuerzas y aflojaron las marcas. Y recién entonces, Apartur pudo trasladar al resultado los méritos acumulados en el trámite. Y fue campeón. Paola Martínez, capitana de las ganadoras, también fue elegida la mejor jugadora. “No puedo pedir nada más, esto es increíble”, comentó emocionada. Helena Cabrera se llevó la distinción a la mejor montada del torneo y la inglesa Milly Scott se quedó con el premio al espíritu deportivo. Más allá de las circunstanciales campeonas de un torneo que no tuvo continuidad en Palermo, aquel año el polo femenino marcó un hito en su joven historia: había llegado a la Catedral, nada más y nada menos. Apartur y EF brindaron un entretenido espectáculo, en el cual Apartur terminó imponiéndose. El ga- Un gran paso para todas las mujeres polistas.