Por Juan de Dios Vera Ocampo
En 1999 el polo femenino no tenía la organización
de hoy, pero ya despuntaba. Y un grupo de chicas
vivió un día histórico, al cerrar un certamen en las
canchas de Palermo, la Catedral. Fue el sábado
24 de abril de aquel año, ocasión en la cual se
coronaría el campeón y se decidiría el tercer puesto
en el primer Torneo Internacional Unicef.
Las pocas crónicas de la época reflejan que intervinieron seis equipos conformados por varias figuras extranjeras de renombre y con experiencia en
el polo de hombres, tanto en los 18 como en los
20 goles. Y que cuatro de esas seis organizaciones
marcaron un hito en la historia del polo femenino
al enfrentarse en una doble jornada. Dos partidos,
tras la clasificación en San Jorge, por los cuales
había que abonar una entrada que oscilaba entre
los 5 y los 40 pesos de entonces.
El arribo de las mujeres a Palermo, una anécdota
pintoresca para el 2016, no resultó sencillo. Lo
29