Para Vicente
Deja de llorar, Vicente,
que han venido los de Cruz Roja,
esta buena gente.
Ellos te llevarán
con gran amor y alegría
a todas estas calles
tan bonitas cuando llovía.
Escaparates iluminados con tanta luz y armonía
que desde lejos se veían,
parecidos a Nochebuena,
tan diferentes a otro día.
Ellos te traerán recuerdos
de tu juventud,
y entrarán en tu alma
con alegre lentitud.
Al terminar la mañana
y de vuelta en el hogar, te das cuenta sin cesar
de que la vida se escapa
y la salud se afloja,
pero siempre tendrás
la ayuda de Cruz Roja.