PLATERO Y YO platero-y-yo-juan-ramon-jimenez | Page 25
Venía por un camino
el valiente Don Bemaldo;
todo vestido de luto,
negro también el caballo.
Con la prisa que tenía
atrás deja a los criados.
Viéralo pasar su tío,
y al camino fue a buscarlo.
TÍO.-
"Don Bernaldo, ¿dónde vas?
que así vienes preparado
con una espada en la diestra
y otra en el cinto colgando".
BERNALDO.- "Voy a libertar a mi padre,
que dicen que van a ahorcarlo".
Mientras que los dos platicaban,
volvían ya los criados.
CRIADOS.-
"Don Bernaldo, date prisa,
ya han levantado el cadalso".
Llegóse al medio la plaza
y apeóse del caballo.
Una de sus dos espadas
le da a su tío, Don Basco.
BERNALDO.- "Tome esta espada, mi tío,
úsela como hombre honrado;
que ninguno de mi sangre
habrá de morir ahorcado".
Le dio un puntapié a la horca
y la hizo mil pedazos;
dio una estocada al verdugo:
la cabeza le ha cortado.
(DE DIA, LLUVIA) (Los niños cantando: que llueva, que llueva).
Dios está en su palacio de cristal. Quiero decir que llueve, Platero.
Llueve. Y las dos últimas flores que el otoño dejó prendidas a sus
ramas, se cargan de diamantes.
En cada diamante un cielo, un palacio de cristal, un Dios.