PLANETA DEPORTIVO Planeta Deportivo - Enero 2013 | 页面 10

Ocho años sin ganar un título y a la sombra de los gigantes de Manchester y del Chelsea. Eso sí, siempre con presencia en Champions, excepto la temporada 2006/2007, y la final ante un equipo de un tal Ronaldinho en 2006.

Lejos quedan las tres ligas, cuatro FA Cups y cuatro Community Shields, los dobletes de las temporadas 1997/1998 y de la 2001/2002 y la Premier League de la 2003/2004 con 90 puntos en el campeonato, sin perder un solo encuentro y cuyo equipo fue nombrado como el mejor de la historia de la Premier League puesto que sólo el Preston North End había podido conseguir el título sin perder, y eso fue en 1889.

Aún así, el último lustro está lleno de decepciones en el Emirates y parece que el abandono de Highbury ha sido una maldición para los gunners porque sus aficionados nunca han visto un título en el nuevo estadio.

Arsène Wenger, entrenador del club desde 1996, estructuró sus plantillas en base a un gran trabajo de scouting, con sofisticadas técnicas, con emisarios y contactos del club repartidos por todo el planeta fútbol pero con una base de operaciones radicada en Francia.

De este modo pudo llevar a grandes promesas al equipo de reservas y a su juvenil para que pronto debutasen con el primer equipo mientras que otros iban siendo cedidos a equipos de la Premier League o incluso en el extranjero para aprender de las más altas competiciones nacionales.

La mayoría de estos jóvenes no tardarían en debutar con la zamarra gunner pero también se ejecutaban traspasos poniendo el dinero encima de la mesa como demuestran los casos de Gervinho, Chamberlain o Koscielny.

Eran jugadores poco conocidos del gran público, no habían ganado demasiado o, directamente, no tenían título alguno en sus vitrinas.

La afición del entrenador francés de fijarse en los jóvenes no ayudaba al Arsenal, al menos no lo hacía a corto plazo, a que los títulos llegaran.

El dinero también se invertía en jugadores que no habían jugado al alto nivel europeo y cuyo rendimiento era un enigma como el sonado caso de Andrei Arshavin, un espléndido jugador en el Zenit de San Petersburgo pero inmensamente irregular en el Arsenal a pesar de haber costado 15 millones de libras.

Se le achacado al club que los fracasos se repiten: fichajes desconocidos, debuts de jugadores jóvenes y poco experimentados, plantilla corta de veteranos y, como resultado, siempre fuera de la puja por la Premier y cayendo en Champions League.

No hay discusión en lo referente a la brillantez del scouting y a las repercusiones que eso tiene en el club. Wenger posee una red de contactos propia de los espías de la Guerra Fría para fichar y formar a grandes promesas pero la explosión de éstas no garantiza títulos y sí que los más grandes equipos de Europa vuelvan sus ojos al norte de Londres e intenten pescar en sus aguas.

Esto pasó el verano pasado con Cesc Fàbregas y esta semana con Robin Van Persie.

"Arsenal, entre madurar o vender"