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Es inevitable. Pero aunque todavía faltan más de dos meses ya se le puede considerar un tema de actualidad. Por bien o por mal el affaire Balón de Oro ya está en boca de todos, y más aún cuando esta semana se dieron a conocer los 23 candidatos al galardón.
Nunca en un deporte colectivo se le había dado tanta importancia a un premio individual. Para los aficionados de un equipo modesto probablemente le parecerán más importantes los 3 puntos en juego del próximo domingo, lo irónico es que para los aficionados de un equipo grande también.
Entonces, ¿Por qué se cuestiona tanto el tema? Por la subjetividad. Esa subjetividad es lo que lleva al eterno debate. Y es que la pregunta que no tiene respuesta incorrecta da mucho juego, a veces demasiado.
Para ver una visión más clara de lo utópico que es encontrar una respuesta absoluta ayuda comparar la misma situación pero en otro deporte, en concreto el baloncesto.
En el baloncesto la elección de un jugador como el MVP de un partido, de unos playoffs o de una temporada queda condicionada a los números que ha realizado este, otorgando una puntuación numérica a cada acción que realiza en el transcurso del juego se valora quien ha jugado mejor y quien peor.
La estadística es quien más manda y ¿qué hay más absoluto que la pura matemática?
Pues incluso en este caso existe controversia de porque uno y no el otro, ya que como dijo un gran entrenador la estadística es como los biquinis, aunque muestran mucho, esconden lo más importante.
¿Qué tiene más valor? ¿Un par de rebotes con el partido ya roto o un “canastón” en el último segundo para ganar el partido?
No obstante, pese a que todo apunta a que nominar sólo a un jugador como el mejor de todos carece de sentido, si que lo tiene.
Para un futbolista es importante que se le reconozca su trabajo individual, le motiva a luchar para ser mejor que otro, que cualquier otro, y esa voluntad ayuda a la evolución de este deporte, a que vaya mejorando año a año.
Foto de Messi recibiendo el Balón de Oro
XAVI JAEN
¿Superman o Batman?