PLANETA DEPORTIVO Planeta Deportivo - Diciembre 2012 | Page 11

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su equipo se tendrán que esperar y no podrán obtener mejores precios en transporte, hotel etc...

Esto choca de forma significativa con la Premier y Bundesliga por ejemplo, donde los horarios se conocen con una diferencia de tiempo abismal, algo que permite al aficionado organizarse. Además prácticamente todos los clubes facilitan los desplazamientos de grupos de aficionados, subvencionándoles parte del viaje, de las entradas etc…Los clubes tienen “cultura de aficionado”, les ven como una parte más del club, y velan por ellos dentro sus posibilidades.

Junto a todo esto comentado se une además un descenso en el nivel futbolístico de muchos equipos, lejos han quedado aquellos años de fichajes millonarios, de tener en sus plantillas a jugadores internacionales de fama mundial, etc… Hemos pasado de esto a que los equipos tengan que incorporar jugadores sin contrato, llegados de ligas inferiores y/o exóticas. El bueno, bonito y barato está hoy a la orden del día en la mayoría de los equipos.

La consecuencia de todo es que la calidad del espectáculo baja alarmántemente. Los aficionados sienten que las competiciones están decididas desde antes de disputarse, y que no merece la pena ya no hacer, si no pensarse el esfuerzo económico que le supondría una entrada o abono. Esta disminución de la calidad y el espectáculo, y el crecimiento de las distancias con los más grandes (al final no es más que un reflejo de la sociedad en esta época de crisis y el aumento en las distancias entre los más ricos y los más pobres), hace que además los patrocinadores que antes hacían cola para poner su nombre en la camiseta de un equipo, y lucían dentadura profident cuando la estrella de turno del equipo al que patrocinaban era presentada ante la admiración de miles de cámaras de y medios de comunicación, hayan dejado de hacerlo, recibiendo los equipos en la mayoría de los casos ofertas irrisorias, que casi no compensan ni el estampado del logotipo.

La conclusión final es clara, negocio, negocio y más negocio. Insulto al aficionado, que debería ser el gran protagonista tras los jugadores, de esta liga herida de muerte. Se le maltrata pero por suerte no se le calla. En numerosos sitios esta temporada se ha hecho saber el descontento a través de pancartas y movilizaciones que reflejan el sentir de la afición y que por el capricho y delirios de grandeza de los “caciques” de la Liga ven como suavemente se cargan el deporte que tanto les gusta y al que, lamentablemente se están viendo obligados a renunciar.

CARLOS PRIETO

R. Sociedad y el citado Valencia superan los 1.000 euros cuando hablamos de los abonos en sus gradas más caras.

En términos reales, la localidad más barata sin descuentos en la Primera División es de 88 euros en el Nou Camp, seguida por el R.C.Celta con un fondo de 110 euros. ¿Con estos precios, parece clara la pregunta ¿Cómo va a poder un padre con la que está cayendo llevar a sus hijos al fútbol?

Resulta difícil de creer y mucho menos de asimilar que en una liga que presume de ser la mejor del mundo, las primeras jornadas terminaran a las 00:45 de la madrugada, y que jornada a jornada veamos hasta nueve horarios distintos.

Sin embargo las televisiones mandan (para eso pagan) y establecen los horarios que más les interesan a los operadores para retransmitir los partidos, aunque oficialmente sea la Liga de Fútbol Profesional (LFP) quien los fije.

También es sangrante como en la copa del rey podemos ver partidos entre semana a las 22:00 de la noche, partidos que encima por culpa del formato existente carecen en muchas ocasiones de emoción.

Hay un aspecto evidente que condiciona todo esto, y es que los derechos de la Liga pertenecen a dos plataformas audiovisuales. Una de ellas, Mediapro, no dispone de un sistema para emitir varios partidos al mismo tiempo, de ahí posiblemente parte de esta locura de horarios.

Esto no pasa en Italia, Alemania o Inglaterra, donde el grueso de sus jornadas se juega a la misma hora, y casualmente los propietarios de los derechos televisivos del Calcio, la Bundesliga o la Premier rentabilizan bien sus inversiones. Algo falla entonces.

Mientras en el resto de grandes ligas europeas hay un solo operador que gestiona estos asuntos y un reparto centralizado de la explotación televisiva, aquí hay una dualidad nada beneficiosa. La fumata blanca de PRISA y Mediapro un día antes del inicio de la competición, determinó un reparto absoluto de la trasmisión con la única emisión de un partido en abierto, de interés general, principalmente los lunes, recalcando que ningún equipo que juegue en Europa disputará un encuentro en ese día tan señalado.

En muchas ocasiones, ademas, no se sabe que encuentros seran televisados en la próxima jornada.

Los horarios se confirman para una o un par de jornadas vista y a partir de ahí no se sabe a qué hora se jugarán las siguientes jornadas, por lo que aquellos hichas que deseen viajar para animar a