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Según un estudio de la Procuraduría del Consumidor (Profeco) del 2013 la población se divide en seis clases, el objeto de la campaña es la clase baja y la media baja, la primera tiene un estilo de vida precario, con trabajos temporales, comerciantes informales o desempleados, gente que vive con programas implementados por el gobierno o inmigrantes.
La segunda clase, es decir, la clase media baja, tiene un estilo de vida mejor que el primero, donde sus ingresos no son muchos, pero si estables y en ella se encuentran los oficinistas, técnicos y artesanos calificados.
Según una nota del sitio web de Animal Político, 55% de los hogares del país son de clase baja, a pesar de que se menciona que esta clase social no es sinónimo de pobreza, si está tendiente a caer en ella, con eventos catastróficos como pérdidas de padres, enfermedades o accidentes.