Personajes legendarios del género de terror | Page 43

38 CAPÍTULO 4. FANTASMA los visitantes lo suelen confundir con un indigente. En una de las escaleras un ente desconocido empuja a los visitantes. En un solo día llegó a ocurrir seis veces y nunca ha sobrepasado esa cifra. También ha aparecido en fotos un hombre de rasgos marcados, y una rueda de timón giró sola velozmente de derecha a izquierda y en sentido contrario largo tiempo. • El sector de La Candelaria en el centro de Bogotá es famoso por su rica historia. Allí se fundó la ciudad y es el barrio más encantado. Son múltiples las historias y testimonios de apariciones en casi todas las casas del sector.[9] Una de las apariciones más famosas es la del Fantasma de la casaca verde, el cual se aparece en la casa de Rufino José Cuervo (donde hoy funciona la Fundación Gilberto Alzate Avendaño). Los rumores apuntan a que se trata del espectro del Virrey José Ezpeleta, quien gobernara la Nueva Granada a finales del siglo XVIII. • El Palacio de Justicia, también en Bogotá y lugar que fue protagonista de un holocausto en 1985. Las personas que laboran allí han presenciado fenómenos paranormales, que son adjudicados a las almas en pena de las personas que murieron durante la toma. Rostro de una mujer en la casa de Calle Real, número 5 (Jaén, España), en 1992. mito, tos y orina. Somos ignorantes y vivimos en la oscuridad. Ser fantasma, en el hinduismo, es un verdadero y terrible castigo karmático. En la India, a los seres de este reino fantasmagórico se los llama “espíritus hambrientos”, como los gaki japoneses, o “fantasmas que luchan”. La diosa Kali se suele rodear de una corte de fantasmas. Las almas de los seiscientos hijos del rey Sagar vagaron como fantasmas hasta que terminara por completo el ritual que su padre había iniciado. El Budismo hindú también admite fantasmas, las distintas clases de preta, y el budismo tibetano o lamaísmo afirma que los fantasmas pueden ser “construidos” psíquicamente o proyectados en forma de tulpas o ideoplastias. 4.13.2 En Colombia • En Cartagena de Indias existe el Museo Naval del Caribe, donde antes estuvo el Hospital San Juan de Dios, lugar en que en la época del cólera se atendió a muchas personas que posteriormente murieron y fueron enterradas en el patio. Justo frente a este patio principal cuentan aparece un negro con turbante en la cabeza que se queda mirando fijamente a las personas, siempre en el mismo lugar. Existen testimonios de funcionarios que trabajan en el museo, y • En el Palacio Liévano, donde funciona actualmente la Alcaldía de Bogotá, se han visto bultos luminosos que se desplazan hasta las oficinas para teclear máquinas de escribir. El personal de la Alcaldía ha observado una lechuza de inusual tamaño que sobrevuela los parqueaderos del edificio y luces que se apagan o se prenden por sí solas a cualquier hora del día.[10] • El Hospital General de Barranquilla es escenario de la aparición de una monja que trabajó allí hacia los años cincuenta. Dicen que el espectro de la monja deambula especialmente en el área de maternidad del hospital.[11] 4.13.3 En Venezuela El Silbón, según la leyenda, es el fantasma de un joven que asesinó a su padre y por ello está condenado a vagar como alma en pena eternamente cargando el saco que lleva los huesos paternos. Se le llama así por su característico silbido, semejante a las notas musicales do, re, mi, fa, sol, la, si en este orden subiendo el tono hasta fa y luego bajando hasta la nota si. Se dice que cuando su silbido se escucha cerca no hay peligro, ya que el silbón está lejos, pero, si se escucha lejos, es porque se encuentra muy cerca. Además, escuchar su silbido es presagio de la propia muerte. Según una de las versiones de la historia El Silbón se presenta en las casas de noche a contar los huesos que lleva en el saco. Si nadie lo escucha, no hay peligro. Se dice que si una persona escucha el silbido debe hacerse la señal de la cruz, persignarse e irse inmediatamente. Suele mostrarse en la región de Los Llanos de Venezuela.