Personajes legendarios del género de terror | Page 11

6 CAPÍTULO 1. BRUJA nales civiles suplantaron el monopolio de la Iglesia en re- en la Corte, pero esa no fue la situación en el llamado caso lación a todo lo concerniente a la brujería. de los venenos, episodio ocurrido en París entre 1670 y La « caza de brujas» conoció dos etapas álgidas : la pri- 1682, y que implicó la acusación y muerte de varias demera entre 1480 y 1520, y la segunda entre 1560 y 1650. cenas de personas. Por su parte, Catalina de Médici no No obstante lo señalado, corresponde aclarar que la « vaciló en utilizar este tipo de acosos y de procesos para imagen estereotipada» de las brujas se fue conformando eliminar a algunos personajes políticamente molestos, en poco a poco entre los años 1400 y 1450, y que las últimas oportunidad de ejercer las sucesivas regencias en nombre persecuciones y los últimos procesos recién concluyeron de sus hijos menores, entre 1559 y 1574. hacia el fin del siglo XVIII y principios del siglo XIX. La creencia en las brujas y los procesos de brujas realHistoriadores e investigadores estiman hoy día que el nú- mente comenzaron a ponerse en duda en forma más o mero de víctimas se situó entre 50.000 y 100.000, con- menos generalizada a partir del fin del siglo XVII. tando tanto los condenados a la hoguera por los tribunales El pastor alemán Anton Praetorius de la iglesia reformade la Inquisición como los condenados por la Reforma.[32] da de Juan Calvino, editó en 1602 el libro Sobre el estudio Obviamente, nos estamos refiriendo a un número elevado en profundidad de la brujería y de las brujas (De l’étude de afectados en proporción a la población europea de la approfondie de la sorcellerie et des sorciers, Von Zaubeépoca. Y entre estos condenados a muerte, se estima que rey und Zauberern Gründlicher Bericht), en donde se exalrededor del 80 % de las víctimas fueron mujeres. El presaba en contra de la caza de brujas y en contra de la 20 % restante eran hombres, la mayoría catalogados co- tortura. En Francia, Louis XIV remplazó las ejecuciones mo « errantes» (pobres y vagabundos, nómadas, judíos y a muerte por destierros de por vida, y en Estados Unidos, homosexuales). el juez y el jurado de Massachusetts, responsables del llaEstas mujeres que fueron acusadas y condenadas (y en mado Procesos de Salem (1692-1693), firmaron un arrepentimiento público en el cual se retractaban por lo hecho algunos casos también su descendencia, sobre todo si se trataba de niñas), frecuentemente pertenecían a las cla- en los siguientes términos: « Confesamos que no hemos sido capaces de comprender las misteriosas alucinaciones ses populares, y entre ellas, sólo una minoría hubieran podido ser catalogadas como enfermas mentales o co- de las potencias de las tinieblas ni oponernos a ellas (...). Tememos haber contribuido con otros, aunque por ignomo auténticas criminales (éste fue el caso por ejemplo de Catherine Deshayes bajo el reinado de Louis XIV, cul- rancia y sin intención, a cargar sobre nosotros mismos y este pueblo de Dios, la responsabilidad de sangre inocente pable de homicidio). La mayoría de las condenadas en esos días, eran de todas las edades y condiciones, y de (...). Expresamos nuestro profundo sentimiento y nuestra diversas confesiones religiosas, con frecuencia parteras o pena por nuestros errores (...) por los cuales estamos ancuranderas, pues los remedios de estas últimas se basa- gustiados e inquietos en nuestros espíritus (...). Pedimos a ban en una farmacopea tradicional, consistente en breva- todos perdón desde el fondo de nuestros corazones, a ustejes y también en infusiones o decocciones de raíces y de des a quienes hemos injustamente ofendido, y declaramos, hierbas, o sea lo que se conoce como « fitoterapia». La según nuestra conciencia presente, que por nada del muna hacer semejantes cosas población de entonces, esencialmente rural, no tenía otro do ninguno de nosotros volverá [33] por semejantes razones.» recurso para intentar tratar algún mal que recurrir a estos procedimientos ancestrales, los que claro, a la considera- En Inglaterra, la ley contra la brujería fue definitivamente ción de personas más cultas daban que pensar en la magia abolida en 1736, lo que desgraciadamente no impidió el y en la brujería. ahorcamiento de la última bruja inglesa en 1808. Un medio horrible y despiadado de saber a ciencia cierta si una mujer era una bruja, consistía en tirarla al agua con las manos y los pies atados, para así dificultar el nado. Como en teoría, una bruja era más liviana que el agua, si flotaba y no se ahogaba era rápidamente rescatada y quemada viva, mientras que si por el contrario la mujer se ahogaba, ello era prueba que había muerto inocente. Las últimas condenadas que fueron quemadas en Europa, datan del fin del siglo XVIII y principios del siglo XIX, como por ejemplo Anna Göldin en 1782 en el cantón de Glaris en la Suiza protestante, o como por ejemplo una condenada en 1793 en Polonia. Y respecto de Francia y más precisamente en Bournel, una mujer acusada de brujería fue quemada por campesinos el 28 de julio de [34] mientras que otra en 1856 fue lanzada dentro Hans Peter Duerr, profesor de etnolog