Periódico USS / Universidad San Sebastián Abril Nº15 | Page 17
SOLIDARIDAD
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Edición Nº 15 / Abril 2019
Las deudas de inclusión para
personas con discapacidad en Chile
L
as universidades y la industria
del turismo tienen mucho
que aportar en materia de
inclusión y en el trabajo con personas
discapacitadas. El turismo es un
área que no escapa al desafío país
de potenciar la inclusión, para que
ellos no sean meros espectadores, sino
verdaderos protagonistas del cambio
cultural y la integración.
Jorge Pizarro, académico de la
carrera de Ingeniería en Gestión de
Expediciones y Ecoturismo, señala
que el turismo con intereses especiales
es un área relevante para que “las
personas discapacitadas tengan un
rol protagónico y sean capaces de
integrarse a distintas actividades,
como ser guías en un circuito turístico
o recibir e integrar a personas con
discapacidad en un recinto hotelero”.
En ese contexto, la carrera realizó
un Taller de Inclusión en el Centro
de Montaña USS, en el Cajón del
Maipo, donde participaron más de 70
personas entre monitores, estudiantes,
niños y jóvenes con discapacidades
cognitivas, auditivas o movilidad
reducida.
Los participantes tuvieron la
oportunidad de visitar un huerto y
participar de actividades como buceo,
tirolesa, cabalgatas y cinta elástica
(slackline). “Nuestros estudiantes
se aproximaron al mundo de la
discapacidad, visitando instituciones
como Teletón y escuelas que los
capacitaron y les hicieron una
inducción en áreas como el lenguaje
de señas, para que ellos entiendan
cuáles son los focos de orientación
curricular en los colegios y cómo
se les va educando para integrarse
al mundo laboral”, explica Pizarro.
“A través de las actividades de inclusión
De a poco, la sociedad se va familiarizando con la
inclusión, la accesibilidad universal y el deporte
adaptado. En Chile se ha ido avanzando en esta
materia, pero falta un nuevo impulso y que otros
actores asuman más compromisos con el mundo
de la discapacidad.
Estudiantes de Ingeniería en Gestión de Expediciones y
Ecoturismo, enseñan la práctica del slackline.
La tirolesa fue una de las actividades que contempló el Taller de Inclusión.
hemos ido descubriendo que hay
personas que llegan en silla de ruedas
y al practicar buceo adaptado han
logrado una excelente rehabilitación
motriz, como ha ocurrido con la
iniciativa de la Fundación Sumergi2”,
dice el académico.
También menciona la hipoterapia
para personas con problemas
neurológicos, “que pueden avanzar
en su rehabilitación a través de la
cinética que provoca la musculatura
del caballo en movimiento en su
sistema nervioso central y su conexión
con el entorno”.
Lo mismo plantea respecto a las
actividades vinculadas con la
naturaleza, como las caminatas,
porque el turismo de intereses
especiales “permite incluir a las
personas discapacitadas en un mundo
al que antes no tenían acceso, como
la cumbre de un cerro”.
La experiencia
Camila Vargas profesora de la Escuela
de Sordos Santiago Apóstol, de Maipú,
valora la experiencia de integrar a
menores con capacidades distintas
a través de la actividad física y la
recreación: “en el deporte no importa
sin son sordos u oyentes; todos se
relacionan, comparten y se divierten
por igual. La barrera comunicacional
pasa a un segundo plano. Los jóvenes
con otras capacidades son un verdadero
ejemplo, como el muchacho que se
bajó de su silla de ruedas para jugar
fútbol con los demás”.
Uno de los participantes en los
talleres fue José Luis Caro, de 48
años, quien sufrió un accidente luego
que cediera un andamio instalado en
la caja de escalas de un edificio. Su
caída de altura lo dejó con movilidad
reducida en sus piernas, por lo que
utiliza muletas y un soporte especial
para su pie izquierdo. Tiene un
40% de incapacidad, pero eso no ha
sido impedimento para participar
en talleres de buceo. A su juicio,
las personas que no tienen alguna
discapacidad no saben cómo manejar
esta situación, “lo que no contribuye
a la inclusión. Chile se demoró más
de 40 años y fue gracias a la Teletón
que comenzó a entender y aceptar a
las personas con discapacidad, pero
ahora nos faltan más espacios e
infraestructura para desarrollarnos de
una manera normal en la sociedad”,
comenta.
Menores con Síndrome
de Down aprenden a remar
en los ríos de Valdivia
La región de Los Ríos es pródiga en la
formación de destacados exponentes del remo
a nivel nacional. En sus aguas entrenan y han
entrenado deportistas que han representado
a Chile en diversos torneos internacionales,
incluyendo los Juegos Olímpicos.
En ese escenario privilegiado, con las
aguas del Calle Calle como protagonistas,
estudiantes de la carrera de Pedagogía
en Educación Física de la sede Valdivia,
desarrollaron el proyecto “Inclusión en el
Calle Calle”, que propuso un espacio para
fomentar el remo como alternativa deportiva
a escolares del Centro de Estimulación
Temprana Inka Poyen.
La iniciativa –que se hizo en tres sesiones
con el apoyo de remeros del Club Deportivo
Phoenix– surgió de parte de los estudiantes
universitarios, en el marco de la asignatura
Educación, Familia y Comunidad.
Los alumnos que organizaron el taller
fueron Cristina Retamal, Felipe Cortez
y Daniela Paz. “En Valdivia las personas
con discapacidad no tienen muchas
Estudiantes de la
carrera de Pedagogía en
Educación Física de la
USS Valdivia desarrollaron
el proyecto “Inclusión en
el Calle Calle”.
alternativas para elegir un deporte, y es
sabido que hacer ejercicio aporta una serie
de beneficios, por eso al ver esta necesidad
quisimos implementar este proyecto y en
particular el remo, porque es un deporte
completo en cuanto a capacidad motora y
física, que involucra fuerza y resistencia”,
comentó Cristina Retamal.
“En cuanto a la metodología aplicada
durante el taller, los menores captaron
inmediatamente las indicaciones, no hubo
ningún problema ni incidente. Destaco
más que nada el tremendo cariño que nos
entregaron los niños, lo que es valioso para
nosotros como estudiantes”, añadió.
Para el niño de 13 años Vicente Gutierrez, uno
de los alumnos del Centro de Estimulación
Temprana Inka Poyen, fue un “sueño
cumplido andar en bote en el río”, lo cual
hizo saber a todos sus amigos y conocidos
con quienes se encontró desde una semana
antes del taller, cuando se enteró que remaría
por los ríos Calle Calle y Valdivia.
“Me gusta que el deporte sea inclusivo. Me
acuerdo que cuando me subí por primera
vez a un bote tenía miedo de los lobos
marinos, de darme vuelta y los niños fueron
sumamente valientes, lo que muestra que
pueden ser parte de todo”, expresó Antonia
Liewald, campeona Sudamericana de Remo,
perteneciente al Club Deportivo Phoenix.
En tanto, los padres y apoderados
coincidieron en que lo ideal es que este
tipo de iniciativas sean permanentes. “El
entregarles a nuestros hijos un apoyo en
un deporte característico de Valdivia es
muy bueno. Me gustaría que pudieran
seguir por mucho más tiempo y no solo
para ellos, sino para personas con distintas
discapacidades”, dijo Victoria Leal, mamá
de Amaro, otro de los participantes.
De igual forma, los estudiantes de Educación
Física destacaron la importancia de integrar
a la comunidad y en especial a la familia
en cada una de las sesiones.