EDICIÓN 24 · 2018
PERSONAJE
César del Vasto ESCRITOR / HISTORIADOR
Hugo del Carril, bandoneón arrabalero
Piero Bruno Hugo Fontana era su nombre real. Dicen que nació en el seno de una modesta familia de emigrantes italianos, el 30 de noviembre de 1912, en el barrio de Flores, en la convulsa Buenos Aires.
Tras arduo batallar, en 1936 graba su primer disco para la RCA Víctor, poderosa empresa multinacional acaparadora de casi toda la música del continente, y también ese año actúa como cantante en el filme Los muchachos de antes no usaban gomina, del director Manuel Romero.
Cantor del Pueblo, así le llaman a Hugo del Carril sus miles de fanáticos, expresión humana del tango, manifestación musical popular de la más rica producción creativa.
Esa música rioplatense cuenta con sus seguidores panameños debido a que narra cosas cotidianas, es eco de las necesidades del pobre, de sus sueños, de sus vivencias y también de su dolor.
Y el panameño de las ciudades portuarias de Panamá se identifica con el mismo. Empresarios panameños y latinoamericanos deciden contratarlo para presentar su arte cancionero en Ciudad de Panamá; ya era un consagrado cantante y actor de películas.
La Estrella de Panamá, el diario capitalino, anuncia su arribo vía marítima el sábado 23 de agosto de 1941— su presencia es publicitada desde el 20 de agosto—, desembarcando en el puerto de Cristóbal, a bordo del vapor Ulúa, para tomar el tren a la capital, y es transmitido por las emisoras La Voz de Panamá y el noticiero Mundo al día.
Era la primera vez en nuestra tierra de esa alma de tango.
Una gran cantidad de personas se agolparon en la estación del ferrocarril de la plaza 5 de Mayo para recibir, ver y aplaudir al cantante. A las doce y media, incluso se informa de que se tomó una película de ese efusivo recibimiento. Flores, besos, abrazos y palmadas en la espalda fueron muestras del cariño local, y en el cine Tropical se anunciaron sus espectáculos desde el día 25 de agosto hasta el 2 de septiembre, en tandas de 5, 7:15 y 9:15 p. m. Solamente se ausentó de sus presentaciones para hacer sus cariños al pueblo colonense en el Teatro Colón, los días 29 y 30 de agosto.
Llevó su propio conjunto musical, compuesto por los guitarristas Gassao y Vilá, y se hace acompañar por la cantante Ana María Lynch, con la que ha actuado en tres películas; por el primer bailarín del Teatro Colón de Buenos Aires, Pedro Flórez; por los cantantes folclóricos Jiménez & Puccio y por el mago del piano, Tito Rivero.
La empresa Canosa es la responsable de sus presentaciones y el cuido de su equipo y acompañantes.
Cada presentación fue nutrida, incluso niños y niñas acudían con sus padres o hasta solos a ver su shows. Y cada uno de estos, en las dos tandas señaladas, eran cerrados con una película. Los precios para ver al cantante y sus acompañantes eran de 60 centésimos la luneta y 30 las galerías.
Finalizando sus días en nuestra tierra, se anunció el 27 de agosto que « dedica esta noche para su noche de recuerdo de autógrafos, regalándose una foto con él, debidamente autografiada, como recuerdo de su temporada en Panamá. Hugo del Carril sigue viaje a Bogotá después de su actuación en Colón, por un solo día(…)».
Allí, en esos teatros de imágenes y sueños, cantó
15