ACTUALIDAD
PA N A M Á
EL DIARIO DE
Miroslava
E
M iroslava M orales W.W.
COMUNICADORA Y ACTRIZ, ETC., ETC.
n mi inquieta adolescencia, revisaba la agenda de actividades de los
diarios para saber qué pasaba en la farándula panameña. Aún me
asombro de cómo entonces me llamaban mucho la atención los even-
tos musicales, sobre todo las grandes voces, y hoy en día sigo en esa búsqueda
de voces que llenen mi alma y despierten mi piel. Bárbara Wilson, un nombre
que mis ojos vieron a menudo en las carteleras, se presentaba en el Casco Viejo,
en el Take Five, antiguo Platea y ahora Malecón, y automáticamente deduje que
era una diva. Ansiosa, esperaba para asistir a sus presentaciones, pero tenía un
pequeño problema: yo vivía en San Miguelito y, para aquel entonces, era muy
difícil que un taxi entrara de noche a Los Andes n.º 2 y me llevara al Casco. ¿Por
qué? RESIDENTE: «Cha, fren, lo que sucede es que, en la vida real, NADIE
quería entrá’ pa’ ‘cá porque la vaina ‘taba calieeente».
En varias ocasiones me quedé vestida y nunca logré verla. En mayo de 2005,
leyendo La Prensa, me entero de su muerte (Q. E. P. D.). Estuve semanas lamen-
tando no haberla escuchado. En 2006, mientras tomaba un taller de locución,
conozco a una de las profesoras, Noris Miranda, que para aquel entonces fue
una de las organizadoras del Panama Jazz Festival. Terminada la clase, hice mi
catarsis sobre Bárbara Wilson, resultando ser una de las conversaciones más de-
liciosas de toda mi vida. Noris me presentó el mundo del jazz, me regaló discos
y me invitó al III Panama Jazz Festival; INCREÍBLE. Conocí a los maestros
Danilo Pérez y Carlos Garnett, y a los músicos internacionales (el Jazz Festival
se realizaba en la plaza Catedral del Casco Antiguo). Años más tarde, revisando
el periódico, descubro otra cantante de jazz dentro de la movida nocturna: Idania
Dowman. Y me dije: ahora o nunca. Y me fui al hotel Sheraton, donde también
canto Bárbara Wilson con su grupo, Jazz Effect. Entré y un piano se escuchaba
desde el lobby, y así me fui, cual ratón detrás de la flauta. Me senté en un sofá,
pedí una copa de vino tinto y su voz me hizo viajar lejos, regresar y hasta dejar
de respirar. El maestro Danilo tenía razón: ella es La Dama del Jazz. Desde
entonces, procuro ir a todas sus presentaciones, porque su voz tiene poder y
porque yo disfruto cómo el público se enamora de ella. Actualmente, puedo
decir con orgullo que ella es mi amiga. La Dama del Jazz, @idaniadowman, se
presenta los viernes en el restaurante Las Bóvedas y los sábados en el Danilo’s
Jazz Club, ubicados en el Casco Antiguo. Bárbara Wilson no ha muerto.
W. W. #Cascosqueen @miroslavamorales26
I
Fotos: Miroslava Morales
n my restless adolescence, I used to review the activitie