Periódico Acción... Cali 2019 Acción... Cali / Ed. 14 / Abril | Page 3

Santiago de Cali, Periódico Acción... Cali ACCIÓN... CALI EDICIÓN N° LIBRE OPINIÓN 14 ƒ  ‚         Por: María Isabel Payán Samboní c aminar por las calles de nuestra ciudad Por: Ricardo Hernández se ha convertido en una actividad de alto riesgo; mientras que tu fe te invita a salir con la tran- quilidad de que nada te va a pasar y haces todo tipo de ritual de protección, tu mente racional te recuerda las recientes noticias de a las autoridades de Cali, con el alcal- de a la cabeza, les quedó grande la seguridad con el agravante que día a día se deteriora más. robos en todas sus modalidades y te dice que es mejor no dar “papaya” y escondes todas tus pertenencias en lugares inimaginables al mismo tiempo que tu cerebro activa el instinto de supervivencia, caminas a velocidades luz, con visión periférica de 360 grados, planeas modos de escape y planes de defensa. Los índices de criminalidad son alarman- tes como lo demuestran las estadísticas de todos los fines de semana. Los homi- cidios ocurridos solo en sábado y domingo siempre supera la cifra de diez, todos con arma de fuego. Puede parecer exagerado, cómico o ficción, sin embargo, la inseguridad en toda la ciudad es muy latente y genera todo tipo inconformidades en los habitantes que reclaman una política de seguridad donde se les garantice ante todo su integridad física, y es nuestro derecho que así sea; sin embargo, ¿Cuál es nuestro aporte de solución a esta proble- mática?, ¿Nos quedamos sólo en la crítica y rechazo de los hechos?, ¿Seguimos creando estrategias de defensa, cual película de acción? Cualquier sitio de la ciudad es peligroso para transitar no importa si son horas del día o de la noche, los atracadores, sicarios, vengadores, asesinos pagados, salen a hacer lo suyo y lo cumplen con miedosa certeza. Los hospitales sufren también las consecuencias asistiendo a los heridos que agonizantes llegan a las salas de cirugía donde finalmente fallecen y esos costos son asumidos por el Municipio. Hacemos parte de la sociedad y es nuestro deber aportar a la convivencia pacífica de la misma; desde ese estado de conciencia y con la intención de ser parte de la solución nace el proyecto de transformación Posibilidades, una iniciativa que se desarrolla en una población adolescente en condicio- nes de vulnerabilidad, los cuales han vivido situaciones dolo- rosas que implantaron en su mente inconsciente memorias limitantes creyendo que la vida es injusta, cruel y que sus oportunidades están reducidas quizá a repetir las desagrada- bles historias de sus padres o cuidadores cercanos. El Distrito de Aguablanca registra el mayor índice de homi- cidios, tal vez por la extensión y las condiciones sociales que lo hacen vulnerable a la delincuencia. En el registro policial no aparecen capturas en flagrancia ni posteriores a los hechos, pero no indica la posibilidad que después, como resultado de las investigaciones, estas hayan sido realizadas y los responsables vayan a respon- derle a la justicia y a la sociedad. Lo que si es cierto que desde hace mucho tiempo, una frase se está haciendo viral en la ciudad y es “al alcalde le quedó grande la seguridad de la ciudad”. Cierto o falso, los boletines de la Policía registran lo ocurrido y en la Morgue quedan los registros. El Programa Posibilidades presenta un panorama diferente: busca resignificar esas experiencias dolorosas, sembrar semillas de esperanza en los corazones de cada adolescente y permitirles soñar con un futuro prometedor y más armonio- so para ellos. Mensualmente se realiza una jornada de distención y empo- deramiento mental, en donde a través de shows de magia, baile, conferencias e historias de vida, con un enfoque desde el coaching, programación neurolingüística, psicología y técnicas orientales se demuestra a estos chicos que la vida tiene otras posibilidades para ellos y que son merecedores de una realidad diferente basada en el amor. Y al igual que Martin Luther King, sigo convencida que “Si ayudo a una sola persona a tener esperanza, no habré vivido en vano”. El otro factor tiene que ver con la cantidad de armas de fuego en poder de sicarios, atracadores y delincuentes, cuando son las autoridades, policía, ejército, CTI y otras debidamente autorizadas, las únicas que pueden cargarlas y hacer uso de ellas. Por lo pronto, el alcalde Armitage, tiene la obligación de asumir la situación para que en Cali no corra más sangre por culpa de quienes deben evitarlo y no lo hacen. Las opiniones expresadas aquí, no reflejan necesariamente el pensamiento del Periódico Acción… Cali. Los columnistas son responsables de sus propios escritos. 3