Jose
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Con un estilo clásico de alta escuela y del toreo aún que esto le perjudicara y le hiciese sangrar por el roce de la cadena una de las patas. Un día le dijo el burro déjate de estupideces y sigue dando vueltas tranquilo y sin darlo tanta importancia y cambia de vida que lo importante es llegar sano al final de el la jornalada. Aquello que le dijo el burro era espantoso ser otro burro como el filosofo pero burro no…NO se propuso poner en practica un plan sobre las cuatro pasaba el tren correo, línea León Bilbao de línea estrecha muy cerca de donde el trabajaba. Y una tarde calurosísima del mes de agosto silbó con estruendo al pasar el tren aquella debió de ser la señal o el plazo dado por el caballo pues alzo las patas comenzó como desesperado a relinchar. Y con expresión de loco, cuerdo, desbocado o simplemente harto… Se las arreglo para romper las ataduras que le unían a aquel asno y salto con furia y sin trabas hacia no sabia donde pero eso ahora que importaba.
En unos cortísimos planos quizás décimas mientras duraba la carrera desbocada se fue dando cuenta de que recordaba su libertad de la infancia, sin perjuicios sin cadenas sin palabras. Solo el ruido de sus cascos a buscar su ultima batalla del burro de ese ya ni se acordaba. Loco ya sin remedio concluyo la carrera, dándose contra la paed de la antigua casa de correos; y allí estaba yo; parecía que como si la casualidad formara parte de alguna invisible trama: quizás mi amigo quisiera en los últimos minutos que le quedaban de vida yo con mi presencia, atestiguara su última cita. Con los últimos brillos que le quedaban en su mirada, con serenidad y dulzura me dio a entender que aquella muerte era tan digna como la que tiene que llegar a cada uno al final de la vida