� Preguntar por las condiciones de vida de hombres y mujeres, su posición, sus necesidades y potenciales comunes y específicos, para entender mejor.
� Resaltar el derecho de hombres y mujeres de representar, opinar, tomar iniciativas y decisiones y ser protagonistas del desarrollo humano de manera igualitaria.
� Actuar más específicamente en la búsqueda de beneficios equitativos para hombres y mujeres en el contexto de los principios de la democracia y los derechos humanos.
� Promover activamente medidas para establecer mayor equidad entre géneros.
1.1.2 EL ENFOQUE DE INTERCULTURALIDAD
Pero las desigualdades e inequidades de género no son las únicas que vemos en la realidad. También existe marginación hacia las personas o grupos que son de culturas diferentes. Esto pasa porque existen grupos que se consideran que son de culturas“ superiores” frente a otras. Pero esto no es cierto. No existen culturas superiores e inferiores, existen culturas distintas y en un país multicultural como el Perú, donde tenemos Criollos, Quechuas Aymaras y Nativos Amazónicos, debemos aprender a vivir, entender y aceptar esta diversidad de culturas para hacer causa común por el desarrollo
Por eso es necesario aplicar el llamado enfoque de interculturalidad, que considera que las diferencias entre individuos de diferentes culturas no deben tener rasgos de discriminación, ya que los procesos de gestión local necesitan de la participación igualitaria de todos los grupos, sobre todo de los más excluidos.
En su concepto, Interculturalidad es sinónimo de horizontalidad, aceptación, respeto, inclusión, reciprocidad y solidaridad. Significa una relación de intercambio a partir de la cual cada una de las partes puede construir algo nuevo que no hubiera podido construir de manera independiente. El enfoque de interculturalidad finalmente permite admitir que ambas culturas existen – tradicionales y convencionales – y que pueden aprender una de la otra. De forma práctica el enfoque de interculturalidad debe aplicarse en todas nuestras acciones tomando en cuenta lo siguiente:
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Respetar a las personas por su valor como seres humanos y no por su pertenencia a una u otra cultura. No discriminarlas por su cultura. Asumir que no todos tenemos la misma cultura y que cada cultura tiene elementos y cualidades importantes para el desarrollo de todos. Promover prioritariamente las capacidades de los grupos culturales marginados, sin ofender sus tradiciones ni imponer nuestra cultura. Eliminar en nuestras propuestas de cualquier elemento que margine o excluya a otros grupos culturales o étnicos
Priorizar las acciones y políticas que permitan una mayor integración cultural entre los diferentes grupos.
Finalmente diremos que aplicando este enfoque, el significado de ciudadanía es más amplio que el simple ejercicio de los derechos políticos.
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