El autor explica la opresión que sufren algunos estudiantes en su proceso educativo la cual se ha encargado de naturalizar un modelo de opresión en el que el educador es superior al educando, pues este se denomina como un individuo ignorante. El fin del educador es tan solo el de recitar datos al educando, mientras que este debe memorizarlos, este modelo educativo es denominado por Freire como la educación bancaria. Debido a que la relación que existe entre el educador y el educando es una relación de diálogo vertical, situándose el educador por encima del estudiante. Paulo Freire propone para evitar y suprimir este modelo educativo, el diálogo, en el que tanto el educando como el educador aprenden del otro.
La propuesta de Freire se sitúa en dos momentos de forma progresiva, siendo la primera, la concienciación del oprimido sobre su realidad, y la segunda, la iniciativa que deben tomar los oprimidos para liberarse y combatir a los opresores.
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La obra fue escrita en septiembre de 1992. Esta obra es una de las obras más célebres del pedagogo Paulo Freire. En el libro Freire retoma las ideas y/o propuestas de su pedagogía del oprimido, que fue publicada en 1967, generando reflexiones mucho más afianzadas 25 años después. Para el autor no quiere decir que las reflexiones anteriores dejaran de tener validez alguna sino que por el contrario es normal que con el tiempo las ideas se actualicen y por consiguiente se profundicen, siendo cada vez más necesaria una educación para el sujeto al cual enfoca su teoría pedagógica. Sujeto al que él llama oprimido. Asimismo, debido a la dura situación política y social en Latinoamérica durante los años 60, Freire se sitúa para llevar a cabo su apuesta pedagógica, en latinoamérica, que es donde él considera que es fundamental luchar contra las clases.
En esta pedagogía de la esperanza, Freire reflexiona acerca de su teoría, la profundiza y la ubica históricamente.
Pedagogía de la esperanza