Paso Llano Magazine #10 Paso Llano Magazine #10 | Page 37

natural. Después de unos años en Tesuque, ella se compromete en la crianza el caballo Peruano de Paso y se trasladó a una corta distancia al norte de Alcalde. Ella compró el rancho histórico “La Villita”, que es regado con el sistema de acequia tradi- cional de la época colonial. Su compañero de vida Víctor Di Suvero se le ocurrió el nombre maravilloso: “La Estancia Alegre” para el rancho. Para entonces había estudiado las líneas de sangre Peruanas y optó por un caballo funcional de buen paso, con brío y sol- idez, elementos que vinieron a hacer parte crucial de su tipo de caballo (tenía marcada preferencias por los alazanes con crines lavados). Ella reconocía y apreciaba la virtud principal de la raza peruana de paso como un viajero de largas distan- cias con la paso más suave en el mundo. En los siguientes años y cada vez que nos reuníamos, invari- ablemente nos gustaba disfrutar de largas cabalagatas, has- ta tres veces al día. En Nuevo México, cabalgábamos sobre Magdalena, tierras federales en frente de su propiedad; en las Golondrinas, un museo de historia viviente, cerca de San- ta Fe donde realizamos un show para los espectadores; y en Perú cabalgamos por todo el valle de Chincha, Lurín, desde Paracas a Chincha, etc. the traditional Spanish way through an intricate acequia sys- tem. Her partner Victor Di Suvero came up with a wonderful name: La Estancia Alegre. By then she had studied Peruvian bloodlines and opted for a functional horse sufficiently well-gaited with brio and soundness, elements that came an integral part of her horse type (she did have a marked preference for chestnuts with flaxen manes and tails). She recognized and appreciated the main virtue of the Pe- ruvian breed as a long distance travelling horse with the smoothest ride in the world. For the next several years and every time we got together, we would invariably enjoy long (sometimes 3-day) rides. In New Mexico we rode on Mag- dalena, rugged federal land across from her property; at Las Golondrinas, a living history museum near Santa Fe where we performed for spectators; and in Peru the complete valley of Chincha, Lurin, from Paracas to Chincha, etc.] I sorely miss my very dear friend Barbara. Hecho de menos a mi muy querida amiga Bárbara. Pasollano.com 37