PASIÓN POR DIOS SALVACIÓN PARA EL MUNDO Beata Concepción Cabrera. Laica · Mística ·Apóstol | Page 13
E
n este apartado, más que hacer un estudio teológico sobre la Espiritualidad
de la Cruz, hablaremos de la manera como la beata Concepción Cabrera se
relacionó con Dios y con la Virgen María, y de cómo vivió su maternidad
espiritual, a imitación de María. El título: «ser madre es ser cruz viva» está tomado
de unas palabras que Jesús le dice en 1928. Esperamos que estas páginas den una
imagen real, aunque incompleta, de la vida espiritual de esta laica, mística y apóstol.
Cruz de Jesús
La Cruz del Apostolado es un símbolo de Con-
cepción Cabrera y de quienes viven la Espiri-
tualidad de la Cruz. Ella es la cruz grande que
está en relación con cada una de las Personas
de la Trinidad. Con ingenuidad, ella le pregun-
ta a Jesús:
«–¿Qué has visto en mí, Señor, Señor,
que te haya gustado, siendo como soy,
un muladar inmundo?
–“Antes, veía a una hija muy
amada del Padre; después, a una esposa
del Espíritu Santo; y hoy a una madre,
místicamente hablando, que lleva al
Verbo en su corazón” […].
(¡Dios mío!, y ¿cómo me atrevo a
escribir estas cosas? ¡Oh, solo porque
Tú me impulsas, y en ello, me humillo sin
saber en dónde podré esconderme que
no me encuentres!)».
Relación con Dios Padre
Concepción cree firmemente que el Padre de
Jesús es su Padre. Se experimenta su hija muy
amada. Se relaciona con Dios Padre con una
confianza ilimitada, y busca complacerlo: «yo
te prometo [Jesús] amar a ese Padre adorado,
haciendo su voluntad con amor y por amor,
con tu ayuda».
Su vida espiritual
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